El secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, estuvo ayer por la mañana en el Concejo Municipal discutiendo la regulación o no de la actividad de los cuidacoches. La apertura del debate fue en el marco de la decisión del Concejo Municipal de llevar la problemática al recinto. El encuentro tuvo tres propuestas que funcionaron como eje: la prohibición de la actividad; la identificación y regulación del cuidacoche; y la profundización de los controles y cumplimiento de normativas, eje promovido, aunque desde diferentes aristas, por la edila Norma López y el propio Seghezzo.
La reunión arrancó a las 10.30, puntual como pocas veces sucede en el Concejo Municipal. El Salón de los Acuerdos y el hall principal estuvieron colmados de asesores, periodistas y concejales. Todos los bloques y más de la mitad de los ediles que componen el cuerpo estuvieron presentes. El gran movimiento, sin embargo, fue mucho para el tenor que tuvo el encuentro, aunque marcó la importancia del tema. Los concejales y Seghezzo tuvieron una charla amena, en la que se expusieron dudas y propuestas e incluso hubo chistes. La reunión cumplió su principal objetivo: ser el puntapié inicial para llegar a una normativa consensuada sobre qué va a suceder con la actividad de los cuidacoches.
Ninguna solución surgió del encuentro, sí nuevos interrogativos y puntos en común en los cuales se trabajará. El espacio público, su uso y control fue uno de los ejes tratados. También lo fueron los numerosos proyectos que ya están acumulados y esperan tratamiento, a partir de las posturas sobre prohibir o no la actividad y sobre reglamentar o no.
El concejal radical Jorge Boasso, propuso replicar las experiencias de Córdoba, Mar del Plata y el departamento Maldonado, en Uruguay, a las que él calificó de positivas y que tratan de identificar y saber quiénes están ejerciendo la actividad. “No todos los cuidacoche son delincuentes y ésta no tiene por qué ser una actividad ilegítima. Pero ahora es un problema que se desbordó. Copiar experiencias exitosas ayuda a que ordenar y cumplir la normativa sea posible”.
Por el contrario, el concejal Roy López Molina, del PRO, consideró que la identificación es similar a no hacerse cargo de una persona que está que está ejerciendo una actividad informal y vulnerable. También distinguió hizo distinción con los cuidacoches abusivos, aunque reconoció que son cada vez más los “apretadores” que generan problemas con los vecinos. En ese sentido, defendió su proyecto de prohibir la actividad salvo en eventos y lugares excepcionales y con controles efectivos. Y recordó: “los espacios públicos son siempre gratuitos, excepcionalmente pagos”.
La concejala Norma López, del Frente para la Victoria, hizo hincapié en la falta de inclusión social y de control. “No vemos necesidad de prohibir. Hay un código penal y de faltas que tiene que respetarse. La temática tiene que abordarse desde el respeto y el cumplimiento de las normativas”. En ese sentido, reclamó por la reglamentación de la ordenanza de cámaras de videovigilancia y Rosario Alerta 2.0.
Pablo Seghezzo, por su parte, compartió la idea de que lo que se necesita es profundizar los controles y la regulación de los espacios públicos y defendió la política de la secretaría de poner el foco en la actividad nocturna y el control vehicular. “Es una problemática compleja que necesita alternativas para poder controlar y regular los espacios públicos y que se puede abordar con nuevas normativas y fuerza de control”, señaló el secretario de Seguridad y Convivencia Ciudadana.
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