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Interviene el Ministerio de Educación

Cuestionario sobre diversidad sexual desató dura polémica

Entre algunos de los enunciados del cuestionario que se les entregó a los alumnos del colegio privado de San Justo están “La homosexualidad se puede prevenir y rectificar”, “la homosexualidad es un delito” o “Los homosexuales no merecen respeto”


En retroceso. Un cuestionario con dos opciones: “verdadero” o “falso”, para definir a la homosexualidad y sus posibles consecuencias en la sociedad, fue lo que tuvieron que completar alumnos de un colegio católico de San Justo, departamento ubicado al norte de La Capital provincial. La docente que supuestamente entregó el listado con los enunciados a los estudiantes fue escrachada en las redes sociales. Desde la subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual de Santa Fe dijeron a El Ciudadano que lograron comunicarse con algunos padres que corroboraron lo ocurrido, y de inmediato informaron al Ministerio de Educación para que intervenga.

La noticia se conoció a horas de que se realicen las marchas en Rosario, Santa Fe y otras ciudades del país de manera simultánea y que fueron convocadas por organizaciones y movimientos antiderechos para movilizarse contra el debate por la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en el Congreso de la Nación.

https://twitter.com/epaulonlgbt/status/1056265465117454336

“En los últimos tiempos asistimos en toda la región a una impactante embestida de grupos conservadores que, bajo el lema ‘Con mis hijos no  te metas’, impulsan una fuerte campaña de desinformación y miedo que tiene por objetivo restringir diversos avances en materia de sexualidad, igualdad de género y derechos humanos que hemos conquistado tras décadas de lucha”, dijo Esteban Paulón, subsecretario de Diversidad Sexual de Santa Fe, reiterando lo que escribió en una columna de opinión que se publicó en distintos medios del país.

Paulón hizo hincapié en que muchas preguntas del cuestionario entregado a los alumnos del colegio de San Justo. “Violan leyes provinciales y nacionales que defienden los derechos de la diversidad sexual y otros derechos contra la discriminación establecidos por la Organizazción de las Naciones Unidas”.

De hecho, el funcionario provincial remarcó que “en muchos casos llegan incluso a negar la propia existencia de las, los y les otres, menoscabando el respeto a la propia dignidad humana y desconociendo el marco jurídico vigente en nuestro país”.

“En algunos casos estos mensajes avanzan contra los colectivos sociales directamente: “Un tipo disfrazado puede creerse mujer, pero nunca lo será realmente”, “las lesbianas infunden a sus hijos el odio hacia los hombres” o “el matrimonio igualitario no existe, es solo una ficción jurídica”, son algunas de las consignas que se escuchan en las declaraciones de las y los referentes de este movimiento reaccionario que preocupantemente cobra cada vez más visibilidad”, señaló Paulón.

 

El cuestionario

Entre algunos de los enunciados del cuestionario que se les entregó a los alumnos del colegio privado de San Justo están “la homosexualidad se puede prevenir y rectificar”, “la homosexualidad es un delito”, “los homosexuales no merecen respeto” o “la homosexualidad es una desviación social mientras que la heterosexualidad es socialmente saludable”.

“Escudados en la lucha contra una supuesta ‘ideología de género’, que sólo existe como concepto en el imaginario cristiano, difunden discursos discriminatorios y violentos, destinados a desinformar, manipular datos y que terminan promoviendo la animadversión social hacia los colectivos de la diversidad sexual y los colectivos feministas”, señaló el funcionario.

Y agregó: “En ese sentido es usual escuchar ideas disparatadas como que con la ESI “los padres pierden la patria potestad de sus hijos”, o que sus contenidos “enseñan a niños de 5 años a masturbarse”.

 

Como si fuera un plan para las Américas

Para Paulón, la visibilidad de los colectivos LGTBI y la Educación Sexual Integral, aprobada por ley en la Argentina desde 2006, son dos de los principales focos de esta embestida que no sólo se da en Argentina, sino se articula a nivel de toda América Latina.

Guillermo Lovagnini, docente e histórico activista por la defensa de los derechos de la diversidad sexual y uno de los primeros impulsores de la ley de Educación Sexual dijo a El Ciudadano que “este tema ya se viene hablando desde hace más de 20 años, está agotado y está entendido lo que está orientado que se convive con la orientación sexual”.

Con respecto al cuestionario consideró que se trata “de un intento de imponer la ideología del odio”.

“Es preocupante. Es una ofensiva que se está dando en toda América Latina y que creemos que está financiada por fondos que vienen del Norte”, señaló Lovagnini, también referente del programa Universitario de la Educación Sexual.

“Que no se equivoquen, Argentina es Argentina, tiene una larga tradición laica. Recuerdo en los años 60 cuando hubo otros embates similares. Claramente trata de una ofensiva muy grande y sin argumentos que, en muchos casos, llegó a la persecución y a la muerte de mucha gente. Esta ideología tampoco ayuda al diálogo porque no es posible llegar a entendernos este rebrote que obviamente obedece a un plan. ¿Por qué no plantean estas cosas en Estocolmo o Berlín y sí lo hacen en Latinoamérica?”, sentenció Lovagnini.

En cuanto a las marchas que se llevarán a cabo en todo el país, el referente del Programa Universitario de la Diversidad Sexual sostuvo: “Tienen todo el derecho de expresar que están en desacuerdo con algo, por eso estamos en democracia”.

 

Parte de la carta abierta de Esteban Paulón

“Esos discursos constituyen sin duda una “ideología de odio” que debemos detener urgentemente, porque pone en riesgo la esencia misma de la democracia: el respeto, la protección y la valoración de las diversidades, y la promoción de derechos destinados a brindar iguales oportunidades a los colectivos vulnerados.

La ESI no es el derecho de los padres o las madres a educar a sus hijas e hijos. La ESI es un derecho de esos niños y niñas a recibir información adecuada, de base científica, en el marco de los derechos humanos y los derechos sexuales de las personas.

Son las niñas y niños quienes tiene el derecho a recibir una Educación Sexual Integral que les permita ejercer con libertad y responsabilidad su vida sexual, independientemente de su orientación sexual, identidad o expresión de género.

Tampoco la ESI es un tema exclusivamente de lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersex o personas queer. Ni se restringe a abordar los métodos anticonceptivos o el aborto. ¡ESI es un tema de todes!

ESI es igualdad, es el derecho a recibir información correcta, con rigor científico y que eduque en el respeto a la diversidad, en el ejercicio pleno de una sexualidad para el placer, en el cuidado del propio cuerpo, en la prevención de la violencia y el abuso sexual infantil. ESI es un deber indelegable que el Estado asume en todos los niveles y las modalidades educativas.

Desde ya que madres, padres o tutores pueden educar a sus hijes en los valores en los cuales crean, pero así como nadie les preguntaría en qué ideario matemáticas, literatura o historia, tampoco corresponde validar con elles el enfoque de derechos humanos en la enseñanza de los aspectos de la sexualidad.

¿A alguien se le ocurriría consultar a padres, madres o tutores sobre qué piezas literarias leer en clases? ¿Alguna persona cree opinables los contenidos de álgebra o geografía? ¿Por qué deberíamos consultar antes de enseñar a las niñas, niños y niñes sobre el respeto a la otra o el otro, a la convivencia, a la inclusión o la no discriminación?

En momentos en que algunos sectores pretenden retroceder, es tiempo de no dar ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso. Es tiempo de profundizar los avances, de defender los derechos conquistados, de organización y lucha para lograr todo lo que aún nos falta.

Porque en la correcta implementación de la Educación Sexual Integral, en el fortalecimiento del perfil laico de la educación, en la apertura de espacios abiertos e inclusivos a la diversidad, nos jugamos la posibilidad de construir una sociedad verdaderamente igualitaria, libre de prejuicios y violencias.

Sin dudas hemos avanzado enormemente. Pero ha sido un avance sobre el dolor, sobre la discriminación y sobre la vivencia del odio en el propio cuerpo. Avanzar y conquistar todo lo que falta hará que ese largo y difícil camino recorrido, que ese enorme esfuerzo realizado valga la pena.

Paremos la ideología del odio: la sociedad del arco iris que queremos construir nos lo demanda urgentemente”.

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