Ciudad

Y turnos programados

Cuarentena en Fase 4: contadores volvieron a sus estudios con protocolos sanitarios

Desde el Colegio de Graduados de Ciencias Económicas de Rosario pidieron al gobierno nacional que sea más flexible a la hora de cumplir con las exigencias fiscales debido a la baja actividad de las pymes


Un respiro. En el inicio de la fase 4 de la cuarentena (donde Rosario ya lleva 19 días sin casos positivos), los contadores volvieron a trabajar con flexibilizaciones en sus estudios. Lo hacen de lunes a viernes de 15 a 19, y con atención al público los miércoles y viernes, con turnos programados. El pedido para que los profesionales sean contemplados como una excepción fue gestionado por el Colegio de Graduados de Ciencias Económicas de Rosario y el Consejo Profesional.

Si bien el gobierno nacional, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), dispuso que se hará cargo de hasta el 50 por ciento de los salarios de los trabajadores del sector privado, los profesionales de ciencias económicas piden bajar las exigencias fiscales debido a la baja actividad de las pymes por el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

“Lo que está pendiente es ver cómo seguirá acompañando el gobierno nacional a las pymes y a las empresas, es decir, que se alivie la carga fiscal. Como por ejemplo, ampliar las moratorias de deudas de impuestos hasta que se termine la cuarentena”, expresó Nanci Eterovich, vocal titular del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la ciudad.

-¿Cómo trabajaron los contadores durante la cuarentena?
-Seguimos trabajando con más intensidad, cada uno desde su casa, porque las obligaciones estuvieron vigentes. Algunos profesionales tuvieron dificultades porque tenían sus herramientas en sus estudios. Los contadores estamos abocados a lo que está brindando el Estado para empresas y pymes. Eso significa adecuarse a una serie de trámites, asesoramientos y disposiciones que anunció el gobierno nacional. El gran tejido económico de Rosario son las pequeñas y medianas empresas del sector productivo, y la mayoría son nuestros clientes.

-¿El Colegio de Graduados y el Consejo de Ciencias Económicas envió petitorios a organismos gubernamentales?
-Sí. Estando en cuarentena y las empresas cerradas, se hicieron gestiones a nivel municipal, provincial y nacional para que se porsterguen las obligaciones de vencimientos. La Municipalidad postergó algunos como el Derecho de Registro de Inspección (Drei), el pago de impuestos municipales. Y también se postergó Ingresos Brutos y la moratoria a nivel provincial. A nivel nacional, se dieron pocas. Las tareas a la que estamos abocados los contadores es a la presentación de declaraciones de la seguridad social, que tiene que ver con los sueldos, impuestos. Este mes vencen las declaraciones de ganancias de las empresas y eso lleva una recolección de información. En la etapa de aislamiento se nos hace difícil cumplir con todo. El gobierno tiene que tener en cuenta por el contexto que estamos pasando y brindar algunos beneficios, en cuanto a la postergación de plazos, para cumplir obligaciones fiscales.

-¿Qué fallas detectaron tanto del gobierno provincial como nacional?
-Está pendiente ver de qué manera acompañan a las empresas para que se alivie la carga fiscal. Tendrían que ampliar la moratoria para pagar impuestos hasta terminada la pandemia. Las empresas que toman deudas para seguir en actividad van a necesitar una financiación laxa del Estado. Si se les facilita el pago de los impuestos, van a tener un aire como para poder salir después de este parate.

-¿El Colegio y el Consejo trabajan de forma conjunta?
-En Rosario y en Santa Fe trabajamos simultáneamente para los profesionales de ciencias económicas. Se prestan servicios como capacitaciones, consultorías, cursos y también inauguraron un espacio de coworking con biblioteca en el edificio de Maipú 1344, que está suspendida hasta que termine la cuarentena. Estamos siempre activos para generar propuestas y soluciones que mejoren el accionar de los profesionales como el de las empresas que asesoramos. Se apunta a jerarquizar la profesión y que el profesional se sienta valorado.

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