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Cuando pienso en el Che

El licenciado Carlos Bernal Medina presentó en Rosario un seminario sobre el pensamiento teórico del revolucionario argentino y cubano, en el que indagó en sus escritos en contraposición con su figura.

En el inicio de las actividades desarrolladas la pasada semana en Rosario por el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara (CelChe), el licenciado cubano Carlos Bernal Medina (especialista en literatura portuguesa por la Universidad de La Habana, así como en la obra de Ernesto Guevara y editor de la Casa de las Américas de la misma ciudad), presentó su tesis sobre la “Introducción al Pensamiento de Ernesto Che Guevara”, en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) y el río, así como otro seminario en la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario. En una entrevista con El Ciudadano, el joven intelectual caribeño dejó su impresión sobre el revolucionario argentino-cubano.

— ¿Por qué le interesa la producción teórica del Che Guevara?

— Todo parte de la necesidad de transmitir el conocimiento del Che Guevara. Sus textos, los que escribió a partir de su viaje por Sudamérica hasta que se incorporó a la Revolución cubana, son una fuente de análisis importante sobre la realidad latinoamericana, los presupuestos políticos, ideológicos y filosóficos de la Revolución. Por otra parte, contienen un espíritu crítico para que la sociedad socialista a la que él aspiraba tenga un imperativo humano y sea posible. El Che pensaba que la Revolución no debía ser un lugar de reposo sino que planteaba el trabajo continuo para la perfectibilidad de la sociedad, así como un puesto de pensamiento en contra del ataque ideológico por parte de la derecha política. Los textos del Che son un motivo de inspiración y de nuevos análisis apoyados en el marxismo, en las técnicas de dirección o la experiencia en una revolución y en la guerra de guerrilla.

— ¿Qué piensa del uso de la imagen del Che?

— Hay una necesidad tremenda de comunicar el pensamiento del Che. Sucede que este revolucionario se ha magnificado, se volvió masivo y esto muchas veces vacía de sentido su papel, su figura, la realidad de su vivencia. No es extraño porque en la sociedad contemporánea hubo casos similares. A aquello que gana masividad, las estructuras burguesas vuelven a ganar terreno sobre esos hechos de esencia revolucionaria y los convierten en un ícono porque es la única dinámica del capitalismo. Los vacía de sentido y fetichiza. En este sentido se desprecia el pensamiento político y económico del Che. Esto implica el riesgo de que se manipule la figura del Che y no se vean los motivos por los cuales él se transformó en un revolucionario. Esta fetichización es lamentable porque su imagen se dejó a la deriva en la sociedad en contra de la que él luchó. Por eso es necesario crear una cátedra sobre su pensamiento y es lo que hago.

— ¿Qué es lo que transmite el pensamiento de Ernesto Guevara?

— El Che era un hombre que defendía la idea de que el socialismo no es un lecho de rosas. Él hablaba de que ser revolucionario es una actitud del “hombre nuevo”. También decía que había que cambiar de actitud ante la vida y no homogeneizar el pensamiento. Precisamente la derecha, el capitalismo es quien genera grandes estancamientos de pensamiento, que hablan del “fin de la historia” y arman una ideología que pretende ser única, la ideología neoliberal. El capitalismo dice que el hombre es invulnerable a las leyes del mercado y no puede transformar su realidad.

— ¿Es posible el “hombre nuevo” imaginado por el Che?

— Yo creo que existe y está en todos aquellos que luchan por cambiar la realidad. En América latina y en el mundo hay líderes y organizaciones que dan el ejemplo aunque no se puede hablar de un modelo. Incluso el Che fue un ejemplo de ese “hombre nuevo”, aunque uno más entre tantos revolucionarios como él.

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