Ciudad

Antes que un juicio

Cuando la Justicia también ayuda a evitar conflictos

Hace 20 años la Corte Suprema de Santa Fe creó una oficina de mediación que resolvió el 60% de los problemas civiles, el 75% de los penales y el 84% de los que ocurren dentro de la familia


La Corte Suprema de Justicia de Santa Fe decidió ampliar el servicio de mediación que brinda el Poder Judicial desde hace 20 años, con el objetivo de elaborar e implementar políticas públicas que garanticen el acceso a la Justicia de las personas en condición de vulnerabilidad. Esta semana sumó una oficina en los Tribunales Provinciales. El servicio empezó en 1999 con 100 mediaciones. Desde entonces no paró de crecer. En 2009 se hicieron 300 y en 2012 unas 700. En 2018 incorporó causas derivadas de las defensorías civiles y cerró el año con 2.500 mediaciones. “Este año se llegará a 4 mil”, adelantaron desde la Corte.

 

En números

A lo largo de estos veinte años la oficina de mediación tuvo un índice de acuerdo del 60% en los conflictos civiles, 75% en los penales y 84% en los de familia. “La aplicación de la mediación a personas que recurren a las defensorías civiles significó llegar a personas en condiciones de hipervulnerabilidad”, señalaron desde la Corte. En la oficina también se concretan mediaciones penales en conflictos de tipo vecinal que son derivadas del Ministerio Púbico de la Acusación (MPA). Antes eran plasmados en denuncias policiales y desestimadas por considerarse no tipificables como un delito o falta para el Derecho Penal. “El Poder Judicial no podía dar respuestas por considerar que no había delito”, fundamentaron desde la Corte.

 

Nuevo hogar

La ampliación del servicio de mediación del Poder Judicial llevó a mudar esta semana las dependencias a un espacio más amplio, en la planta baja de los Tribunales Provincial sobre calle Moreno.

 

Entre todos

La oficina fue sostenida por un sistema de colaboración de funcionarios que sumaron a su trabajo habitual la tarea de mediadores en horario vespertino. En la actualidad, incorporaron empleados y funcionarios con distintas especialidades y formación profesional. “La mediación, y otros medios que no impliquen la resolución del conflicto por un tribunal, puede contribuir a mejorar las condiciones de acceso a la justicia de todos los ciudadanos. También permite descongestionar el funcionamiento de los servicios formales de la Justicia. Significa tener una mirada más amplia de las situaciones que en muchas ocasiones terminaban en denuncias penales y generaban litigios muy prolongados e infructuosos”, explicaron desde la Corte.

Según señalaron, una intervención temprana a través de la mediación permite evitar la escalada del conflicto. “Y de esta manera el tejido social o familiar no se rompe. La mediación no solo aporta un modo de solución del conflicto, sino que esencialmente ofrece a las partes educarse en ella desde la perspectiva de la paz”, argumentaron desde la Corte.

Para lograr una buena mediación, siempre según contaron desde la Corte, se deben descubrir el aspecto positivo del conflicto, viéndolo como una forma de transformar la sociedad hacia mayores cuotas de justicia. También se debe aprender a analizar los conflictos descubriendo su complejidad; y por último, encontrar soluciones que permitan afrontar los conflictos sin violencia, sin destruir a las otras partes y con la fuerza necesaria para llegar a soluciones en que todos ganen y puedan satisfacer sus necesidades.

“Quienes se entrenan en la mediación comprenden que el conflicto es consustancial e ineludible en las relaciones humanas. De allí la necesidad de generar espacios de diálogos coordinados por mediadores especialmente capacitados en técnicas que favorezcan el encuentro de las partes y la posterior construcción de acuerdos con una intervención imparcial que trasforme el clima de desacuerdo en armonía”, concluyeron desde la Corte.

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