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Cuando la esperanza sólo está al otro lado del mundo

Natalia padece un mal que empeora día a día. La única solución es un trasplante que se hace en China.

Por: Laura Hintze

Natalia Quaglio tiene 23 años. Según cuenta su padre, es sociable y le gusta mucho la música, especialmente la de Ricky Martin. A sus once años, comenzaron a manifestarse los primeros síntomas de la enfermedad contra la que ahora lucha: un mal que actúa sobre el cerebelo y el sistema nervioso central, afectando el equilibrio, la coordinación de movimientos, la comunicación y la deglución. Es un mal progresivo, es decir que día a día, semana a semana y mes a mes, empeora. Sin embargo, existe una esperanza para que Natalia no sólo quede a salvo de la muerte, sino que mejore su calidad de vida nada más y nada menos que en un 70 u 80 por ciento: un implante de células madre. El problema –y no es pequeño– es que ese trasplante sólo se está haciendo en China. Aún así, la familia de Natalia no se amilanó: en una carrera contra el tiempo, todos están buscando ayuda y juntando fondos de las formas más diversas para que Natalia pueda viajar y realizar el tratamiento. La próxima actividad fuerte será la semana que viene: el domingo 20 tocarán los grupos Sergio Torres y los Dueños del Swing, Jimmy Romero, Los Llamadores y Germán y su banda en el teatro Broadway, y la recaudación será para el tratamiento de la joven.

Natalia llevó una vida plena siendo niña. Pero cuando cumplió los 11 años empezaron a manifestarse los primeros síntomas de la misma enfermedad que aquejó –y llevó a la muerte– a su mamá, a su abuela y a un bisabuelo: pérdida del equilibrio, dificultad para comunicarse por la progresiva pérdida de la voz, dificultad para deglutir alimentos. Los médicos le diagnosticaron “ataxia espinocerebelosa”, el mal que la familia ya conocía y que lamentó por generaciones. Esta ataxia es de carácter hereditario, y afecta el cerebelo y el sistema nervioso central. Su bisabuelo, su abuela, su madre y ella la han padecido, aunque generación tras generación la enfermedad se fue manifestando a edad más temprana.

A pesar de su discapacidad progresiva, la joven y su familia se han esforzado para sobrellevar el mal. Dos veces por semana Natalia acude a un programa para rehabilitación; allí, aunque no pueden curarla, al menos la ayudan a no empeorar. Y ante todo, a ella le gusta ir porque, según contó su papá, siente que le prestan verdadera atención.

El papá de Natalia se llama Adrián Quaglia. Es peón de campo, pero además todos los días reparte ensaladas, o sopas si es invierno, y así ayuda en la casa. Pero desde que la familia tomó conciencia de que existe un tratamiento para poder frenar y revertir la enfermedad de Natalia todos hacen algo. La meta tiene muchos ceros, pero no es imposible: la familia tiene que juntar 50.000 dólares para que el implante de células madre sea una realidad. Y para ello, apelan también a la solidaridad de los rosarinos.

Es que en la medicina local, los implantes de células madre sólo se utilizan en tratamientos por leucemia. Y se trata de un implante que, además, no recibe cobertura de obras sociales.

Por la buena predisposición que encontró, Adrián prácticamente da por hecho la realización del viaje: Natalia va a recibir seis inyecciones de células madre, por lo que estará un mes de China (del 1º al 31 de julio) y el resultado del tratamiento se verá en un año.

Tan seguro está el papá, que se arriesga a buscar un poco más para que también pueda acompañarlos su hija mayor. Así, y en busca de lograr su cometido (que la salud de su hija, hermana, amiga, mejore), diversos eventos se han ido organizando a lo largo de estos meses: rifas, fiestas, recitales, y también la apertura de una cuenta bancaria solidaria, desde el 6 de diciembre pasado. “Toda ayuda colabora, no solo económica sino también moralmente”, destacó y agradeció el padre de Natalia.

La familia recibió también un subsidio por parte de la Municipalidad y de algunos legisladores, y ahora la energía está puesta en el próximo domingo, con el recital solidario en el Broadway que comenzará a las 20. Las entradas, para quien quiera ir y además ayudar, estarán a la venta a partir de mañana, en el mismo teatro, en San Lorenzo 1223.

Si alguien quiere ayudar, tiene cómo hacerlo

Para quienes quieran ayudar por sus propios medios a hacer posible el tratamiento que necesita Natalia, la familia puso a disposición una “cuenta bancaria solidaria” en el Banco Nación, con los siguientes datos:

Titular: Quagliio, Natalia Soledad

Número de cuenta: 1752381221

Sucursal: 1265

CBU: 01101757-30017523812215

Número de Cuil: 27-33213912-1

Tipo de cuenta: Caja de ahorro en pesos.

Además la familia dejó números de teléfono para quienes puedan aportar otro tipo de ayuda: 423-4901 y 153-188-062. También está en funcionamiento el blog http://ayudanatalia.wordpress.com y la página en Facebook Natalia Quaglio.

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