A mediados de año, Emanuel Croce retornó de su préstamo en el Aragua FC y enseguida plantó posición: “Quiero volver a irme al fútbol venezolano”, aseveró. Y tras presentarse a la pretemporada, el enganche incurrió en un acto de indisciplina al ausentarse por dos semanas. Después, lo que vino fue una sanción económica de quince días sin goce de sueldo y el castigo de correr, correr y correr. El 15 de setiembre cerró el libro de pases en Venezuela. Y se diluyeron las chances de un nuevo préstamo, luego de que el club de Maracay no pudiera acceder al pedido de la dirigencia de Tiro Federal.
Hasta que se produjo una reunión clave entre el técnico David Charles Pérez y el Enano Croce. “¿Qué vas a hacer? No jugar te perjudica la carrera. Y todavía tenés contrato hasta junio del año que viene”, le recordó el DT al enganche, que luego de exponer lo suyo, se calzó los botines y participó de la práctica de fútbol entre los suplentes y aquellos jugadores que viajaron a Misiones pero no jugaron ante Guaraní.
“Estuve un mes haciendo trabajos físicos, por algunas situaciones que no estaban resueltas y no me dejaban estar a disposición del cuerpo técnico. Por suerte pude hablar con Charles y tuvimos una reunión muy positiva. Estoy dispuesto a dejar todo, como siempre lo hice. Y si me toca quiero aportarle al grupo en lo futbolístico. Siempre con mentalidad positiva”, expresó Croce. Y aunque le falte ritmo de competencia, no hay que descartar que participe en el partido del domingo contra Libertad de Sunchales en el Fortín de Ludueña.
—¿En qué cambió la situación respecto a semanas atrás?
—Que pensamos en el club. Y principalmente en mí. Futbolísticamente tengo que adquirir ritmo. Y no le servía ni a mí ni al club que yo estuviera colgado. Con Charles hablamos algunos temas convenientes para todas las partes: para mí, para el club y para él mismo. Me hicieron sentir importante y por eso vuelvo a quedar a disposición.
—¿Sentís la necesidad de jugar para demostrar que podés serle útil al equipo?
—Sí, sí. El jugador siempre tiene ganas de jugar. Lástima que pasaron algunas situaciones que no le convinieron ni al club ni a mí. Pero bueno, hay que mirar hacia adelante y no pensar en lo que sucedió en el pasado. Y entonces puedo aportarle cosas importantes al equipo porque estoy fuerte de la cabeza.
—¿La pasaste mal cuando no llegaba esa renovación del préstamo con el Aragua?
—Sí, la pasé muy mal. Hace ya cuatro meses que no juego y anímicamente fue una de las cosas más feas que me tocó atravesar en el fútbol. Pero no soy el único y muchos jugadores vivieron similar situación. Por eso pienso hacia adelante y mi familia está contenta y no le gusta verme mal. He sufrido mucho pero no quiero mirar hacia atrás. Hay mucho camino por recorrer. Tengo un contrato con el club por ocho meses más y estoy dispuesto a dar todo.
—Te debés una conversación mano a mano con el presidente Carlos Dávola?
—Sí, creo que sí. No tengo rencores. Trato de pensar en positivo. Pienso en el equipo y en mi familia. Voy a trabajar para darle lo mejor de mí a Tiro Federal.
—¿Cómo analizás el presente del equipo?
—Aunque me tocó estar afuera, compartí con mis compañeros la ansiedad por ganar en la semana anterior. No es fácil sumarse después de una derro-ta, aunque hay buen material y buenos compañeros. El equipo está fuerte, más allá del traspié en Misiones. Ojalá pueda aportar lo mío para ayudar a Tiro Federal a salir adelante.
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