La presidenta Cristina Fernández partió ayer hacia Nueva York para participar de una agitada cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se focalizará en el conflicto sirio, las relaciones de Irán con Occidente y el espionaje de Estados Unidos a países sudamericanos.
Según lo previsto por el gobierno, la mandataria arribará al aeropuerto internacional John F. Kennedy alrededor a las 8 de esta mañana hora local, (a las 9 de la Argentina), acompañada por los secretarios de Estado Carlos Zannini y Alfredo Scoccimarro; además del canciller Héctor Timerman.
Más de 130 líderes mundiales se reunirán en Nueva York desde hoy para la Asamblea General de la ONU, dominada por el conflicto en Siria, las relaciones Irán-Occidente y el espionaje internacional de Estados Unidos que será denunciado por Brasil.
Cristina permanecería hasta mañana en la Gran Manzana y luego regresará al país, donde se prevé que vuelva a tomar protagonismo en el período proselitista, como ocurrió este viernes en Ezeiza, indicaron fuentes oficiales.
“El desafío más grande”
El conflicto en Siria, que ha dejado más de 100 mil muertos y dos millones de desplazados en 30 meses, es el “desafío más grande” de la comunidad internacional, indicó el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki Moon, de cara al plenario que se abre mañana.
Los debates en el recinto de las Naciones Unidas y las reuniones al margen serán el escenario en el que Estados Unidos y Rusia, aliado y protector del presidente sirio, Bashar al Assad, desplieguen sus cartas para buscar una solución a la guerra civil en pleno corazón del volátil Medio Oriente.
El presidente Barack Hussein Obama, que pronunciará su discurso mañana, amenazó recientemente con una intervención militar en represalia por un ataque con armas químicas que atribuye al gobierno de Assad, aunque frenó esa opción tras un acuerdo con Rusia para que Damasco destruya su arsenal de ese material. Ese plan ruso-norteamericano podría conducir esta semana a la aprobación de la primera resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria, luego de tres intentos bloqueados por el veto de Moscú.
De su lado, Ban Ki Moon organizará el miércoles un almuerzo con cancilleres de la cinco potencias (EE.UU., Francia, Reino Unido, Rusia y Chine) y el sábado se reunirá con los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, y Rusia, Serguei Lavrov, con el objetivo de fijar una fecha para una conferencia de paz.
El memorándum
Las relaciones entre Irán y Occidentes también marcarán la agenda, justo en medio del estancamiento del “memorándum de entendimiento” que la Argentina había firmado con ese país de Oriente Medio para comenzar a buscar una salida al tema Amia.
En cada año, la cuestión Amia ocupó un lugar central en las exposiciones de la mandataria en el plenario de la ONU, y de hecho, en 2012 había aprovechado esa ocasión para anunciar el acuerdo con Irán.
Pero tras haber sido aprobado por el Congreso argentino a comienzos de este año, finalmente no avanzó debido a que los cancilleres de los dos países aún no se enviaron unas notas reversales para informarse mutuamente que ambas naciones ratificaron la iniciativa.
El memorándum fue rechazado de plano por los dirigentes de la Amia y la Daia, además del gobierno de Israel y la mayoría de los legisladores de la oposición que no acompañaron la iniciativa durante su tratamiento en el Congreso.
En esta oportunidad, la mandataria dará su mensaje con presencia de un grupo de familiares de víctimas del atentado a la Amia pero sin dirigentes de las entidades judías, informó la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Comentarios