A diferencia de años anteriores, la presidenta no participó en esta ocasión de actividades por el nuevo aniversario del último golpe de Estado sino que permaneció en su residencia de El Calafate, donde descansará durante todo el fin de semana largo.
Tras cumplir este miércoles con una nutrida agenda en Río Grande, Tierra del Fuego, y luego en Río Gallegos, Santa Cruz, la jefa de Estado viajó a El Calafate junto a sus hijos, Máximo y Florencia.
La primera mandataria tiene previsto regresar el domingo por la tarde a Buenos Aires y el lunes viajar a Salta para encabezar el acto suspendido esta semana por problemas con los vuelos y que servirá para apuntalar a sus candidatos de cara a las elecciones provinciales del próximo 10 de abril.
El martes, en tanto, la jefa de Estado recibirá a su par de Venezuela, Hugo Chávez, para reafirmar la voluntad común de profundizar los vínculos bilaterales y aumentar los acuerdos de cooperación comercial.
Se trata de una “visita oficial” de Chávez a la Argentina de sólo un día, y será en el marco del acuerdo de integración que prevé reuniones periódicas de los jefes de Estado de ambas naciones y se llevará a cabo en la Casa de Gobierno.
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