La vicepresidenta Cristina Kirchner advirtió este martes que a los llamados gobiernos populistas se los persigue porque “igualaron a las sociedades”, dijo que todo lo que se “sufre” en Argentina tiene que ver con la economía y aseguró que no le interesa si va a ser “condenada, inhabilitada o presa”, sino que se reconstruya un “Estado democrático y constitucional en el que las garantías no sean cartón pintado”.
También cuestionó fuertemente a la alianza opositora Juntos por el Cambio (JxC), a la que acusó de entregar el país “hecho percha” en 2019, después de la administración de Mauricio Macri, y reprocharle que “el PBI se lo llevaron ellos con el FMI y todavía no sabemos adónde está”.
Al participar del encuentro “Voluntad popular y Democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la Democracia”, organizado por el Grupo de Puebla como parte del III Foro Mundial de los Derechos Humanos, la vicepresidenta remarcó que todo lo que se “sufre en la Argentina tiene que ver con lo que pasa en la economía” y planteó que el Golpe de Estado de 24 de marzo de 1976 marcó “a fuego” y destruyó “el patrón de acumulación” que se había logrado hasta ese momento.
La ex mandataria recordó que a partir de esa interrupción democrática se reafirmó “la economía bimonetaria en la Argentina”.
Por eso, planteó que “el partido militar, cuando golpea al Gobierno peronista, usó la excusa de la guerrilla, que ya había sido derrotada militarmente en nuestras regiones, para lo que vino después: la oleada neoliberal”.
En su exposición en el CCK, acompañada por expresidentes latinoamericanos y referentes de Derechos Humanos, advirtió que a los gobiernos llamados “populistas” se los “persigue” no porque sean de “izquierda, derecha, de abajo o arriba”, sino porque “igualamos a las sociedades”, porque impulsan la “justicia social” y porque garantizan el “derecho de los trabajadores a participar activamente en el producto bruto de lo que producen”.
Así, planteó que desde el macrismo “venían a convencer de que todo lo que se había logrado era producto de dirigentes que eran corruptos y habían robado”, y añadió que el lawfare tiene como objetivo “no sólo volver a imponer un modelo económico sino disciplinar a los dirigentes del campo nacional y popular”.
La ex mandataria destacó que referentes de Cambiemos como el exministro de Hacienda Nicolás Dujovne y el economista Eduardo Levy Yeyati destacaron que en 2015 Argentina estaba “sin deuda”, con “reservas en el Banco Central” y con salarios reales que “no estaban rezagados”.
Y señaló que “la nueva oleada de neoliberalismo que empieza en diciembre de 2015 en Argentina comienza a construir la teoría del ‘Se llevaron todo’ y tuvieron que contraer deuda para pagar la deuda que recibieron. En el 2015 no había deuda, ni de empresas, ni de Estado, ni familias. Tampoco estaba el FMI”, insistió.
“Entonces, ¿me quieren decir qué hicieron en cuatro años que entregaron el país hecho percha en 2019?”, se preguntó.
Por otro lado, advirtió que “si tenemos que luchar contra el narcotráfico, primero tenemos que luchar contra el sistema financiero que lava la guita del narco”.
Por último, la vicepresidenta aseguró que “no le interesa” si la van a “condenar” por la causa Vialidad, “inhabilitar o meter presa”, sino que le “importa” que se reconstruya un “Estado democrático y constitucional en el cual las garantías no sean cartón pintado”.
“Me interesa volver a construir un país que alguna vez tuvimos, como hizo el peronismo el siglo pasado”, cerró.
Participaron de la actividad los expresidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), José Luis Rodríguez Zapatero (España) y Ernesto Samper (Colombia), además del jurista español Baltasar Garzón, entre otros asistentes.
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