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Cristina cedió 3 mil millones al bolsillo de los trabajadores

La presidenta aumentó el mínimo no imponible de Ganancias y conformó, en parte, el reclamo de Moyano.

El gobierno nacional resolvió ayer dar una respuesta a los reiterados reclamos de la CGT, y finalmente elevó un 20 por ciento el mínimo no imponible de Ganancias, dando así respuesta a las quejas del titular de la central, Hugo Moyano, aunque en menor medida de lo esperado (ver aparte). Si bien el aumento representa menos de lo reclamado por la CGT, unos 800 mil trabajadores en relación de dependencia y autónomos se verán beneficiados, al pasar a tener en sus bolsillos más de 3.000 millones por año para consumir.

Con la medida, tributarán los trabajadores solteros que ganen más de 4.818 pesos (antes el mínimo era 4.015) y los casados con dos hijos cuyo salario supere los 6.662 pesos (antes era 5.554). La decisión oficial fue anunciada en conferencia de prensa por el ministro de Economía, Amado Boudou, quien señaló además que los trabajadores pagarán menos impuestos “a partir del 1º de julio”, y no del primer día de 2010, rechazando así la retroactividad reclamada por la central obrera.

  “Esto demuestra el esfuerzo del gobierno para mejorar las condiciones de los trabajadores y seguir fortaleciendo el mercado interno y el consumo, para que el crecimiento económico llegue al conjunto de la sociedad”, expresó el ministro en la conferencia que brindó en el Salón Sur de la sede gubernamental.

Minutos antes del anuncio, Boudou mantuvo una reunión en Casa de Gobierno con la presidenta Cristina Kirchner; el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el titular de la Afip, Ricardo Echegaray; el secretario general de la CGT, Moyano, y los sindicalistas Omar Viviani y Antonio Caló.

El aumento del 20 por ciento del piso de ese gravamen satisface parcialmente al reclamo del líder camionero, ya que en el último encuentro que habían mantenido en mayo último, Moyano le había reclamado a Cristina de Kirchner que el incremento fuese del 60 por ciento, para que aún más trabajadores quedaran liberados del impuesto. La CGT pedía que el piso salarial a partir del cual se tributara Ganancias fuera elevado un 60 por ciento, y argumentaba que en 2009 no se había actualizado y que la inflación del último año y medio había resultado muy alta.

Uno de los gremios que más esperaba la medida es el de los camioneros, que conduce Pablo Moyano, el hijo del líder de la CGT, cuyos afiliados perciben en su mayoría salarios superiores a los 6.000 pesos, por lo cual continuarán afectados al impuesto a las Ganancias, aunque en menor medida.

La decisión oficial fue comunicada por Boudou poco después de que Hugo Moyano elevara la presión, al admitir que en la central obrera había “inquietud y ansiedad” por la demora del anuncio. “Estamos esperando la respuesta del gobierno. Creemos que están estudiando el tema a fondo. Hay cierta inquietud y ansiedad porque (con el mínimo actual) se incorpora muchísima más gente a este impuesto que consideramos injusto para el trabajo”, había dicho el sindicalista horas antes de la reunión con la jefa del Estado y los funcionarios.

De hecho, había trascendido que un grupo de gremios tenía previsto pedirle explicaciones a Moyano por la falta de resultados de sus gestiones ante el gobierno para apurar la medida. La sangre no llegó al río.

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