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Cristina anunció la creación del Ministerio de Seguridad

La cartera estará a cargo de Nilda Garré. La presidenta cuestionó la represión policial en Villa Soldati.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer la creación del Ministerio de Seguridad, que estará a cargo de la ministra de Defensa, Nilda Garré, y cuestionó las decisiones políticas que produjeron cuatro muertos y decenas de heridos en Villa Soldati (ver página 12).

Luego de confirmar que Nilda Garré asumirá el martes próximo como ministra de Seguridad, con manejo de los organismos de seguridad, la presidenta afirmó que “la violencia no sirve para crear más seguridad”. Y señaló: “Esto lo hemos visto en oportunidades muy diversas pero a fuerza de ser sincero, también en los últimos días”.

“Un ejemplo de mano dura, un desalojo, terminó peor de lo que empezó”, recordó la mandataria, y recalcó que “frente a cuestiones sociales, que pueden estar siendo manipuladas por alguien, desde el Estado exigen un equilibrio, una paciencia y una articulación que evite más violencia”.

En una implícita alusión a lo actuado por el Gobierno porteño en el Parque Indoamericano, Cristina insistió en un acto realizado en Casa de Gobierno en que “el orden público debe ser custodiado, pero no puede ser cobrando vidas de seres humanos”.

“Esto no significa desconocer los atributos del Estado, como el monopolio de la fuerza, pero significa tomar cuenta de lo que pasó en cada oportunidad y que aún en situaciones en la que la represión podía parecer razonable, el resultado fue siempre inversamente directo a lo que se quería: paz y orden”, sostuvo.

Ya en términos más políticos, la presidenta dijo: “Siempre se nos criticó que no reprimíamos manifestaciones sociales pero creemos que ésta es la senda y los últimos hechos nos muestran que no estábamos equivocados”.

Luego, como “presidenta de todos los argentinos”, pidió disculpas a “un país hermano que se sintió ofendido”, en directa alusión a Bolivia, que a través de su embajada en Buenos Aires, reclamó una disculpa pública al jefe del Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien sugirió que los hechos de violencia en Villa Soldati eran responsabilidad de ciudadanos bolivianos.

La presidenta, en un mensaje transmitido por cadena nacional, convocó a la reflexión e insistió en que “todos somos hijos de inmigrantes”, y sinceró que “aquí en Argentina, como en otras partes del mundo, los inmigrantes hacen las tareas que los trabajadores nacionales no hacen”. Y añadió: “Esto nos obliga a ser prudentes y reflexivos, a no estigmatizar: gente mala que delinque la hay de todos los colores y de todas las nacionalidades”.

Día de los Derechos Humanos

Cristina entregó ayer en el Día de los Derechos Humanos y la Democracia, reconocimientos a dirigentes y activistas comprometidos con la defensa de los derechos básicos. La ceremonia de entrega se produjo en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, con un marco de público amplio que incluyó a personalidades de la cultura y la política.

La presidenta entregó en mano el premio “Emilio Mignone” (cofundador del Cels) a la jurista de Zimbawe, Sarudzayi Naomi Njere, y el premio “Azucena Villaflor” (Madre de Plaza de Mayo secuestrada y asesinada por la dictadura) al juez español Baltasar Garzón.

Cristina también distinguió con el “Premio Extraordinario del Bicentenario” a las madres y abuelas de Plaza de Mayo de todas las líneas y agrupaciones: Hebe de Bonafini, Estela de Carlotto, Marta Vázquez, Laura Conte y Lita Boitano. La presidenta destacó que las madres y abuelas “nunca intentaron recurrir a la violencia, o a la venganza” y que “nunca pidieron la pena de muerte, al contrario”.

“Ustedes son el vivo ejemplo de que la venganza y el odio no sirven y que sólo la justicia es la que finalmente llega”, señaló Cristina en el tercer aniversario de su asunción como presidenta.

Del acto participaron activistas de derechos humanos de todo el mundo como Martin Luther King III (hijo del líder asesinado en 1968), la senadora colombiana Pilar Córdoba y algunos de los miembros de la delegación enviada a la Argentina por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 1979.

En el Salón de los Patriotas Latinoamericanos se ubicaron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo junto a sus nietos y bisnietos, y en los balcones del primer piso legisladores y funcionarios del gobierno nacional. Junto a la presidenta se sentaron, a su derecha, Hebe de Bonafini y a la izquierda, Estela de Carlotto; y en derredor los ministros del gabinete y los gobernadores de casi todas las provincias.

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