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En picada

Crisis sin remedio: la venta de medicamentos cayó 12% en enero

El dato lo entregó el Colegio de Farmacéuticos local. El 2018 también había cerrado con una merma. Advierte por las subas. Desde la entidad recordaron que los formadores de precios son los laboratorios


Según datos del Colegio de Farmacéuticos local, las compra y venta de medicamentos recetados cayó un 12 por ciento el mes pasado en relación a enero de 2018. En la entidad atribuyeron la merma a la crisis económica que azota al país. También influyó la fuerte suba de los remedios del año pasado, que llegó casi al 50 por ciento.

En paralelo, son cada vez más los pacientes que, para no cortar su tratamiento, consultan por marcas más económicas. “Hay muchas consultas sobre los precios. A diferencia de otros lugares, en la provincia de Santa Fe está permitido el reemplazo de medicamentos de prescripción médica por genéricos. Y eso ayuda al consumidor”, dijo a El Ciudadano Cándido Santa Cruz, titular del Colegio de Farmacéuticos.

En tanto, desde la entidad también advirtieron que entre enero y febrero de este año los remedios ya aumentaron otro 4 por ciento. “La crisis económica obligó a muchas familias a recortar gastos. Te diría que eso empezó a notarse desde septiembre del año pasado. Los usuarios preguntan por qué genérico se puede cambiar y cuánto se ahorran con lo que les prescribió el médico”, aseguró Santa Cruz.

La diferencia de costos entre un remedio genérico –que en general tiene la misma acción terapéutica– y las marcas más usuales es notoria y no depende de las farmacias sino de los formadores de precios: los laboratorios.
Santa Cruz explicó que la mayoría de los médicos desconoce los precios de los medicamentos. De allí que muchas veces no reparen en los valores a la hora de recetar.

 

Para arriba

Con todo, la merma en la adquisición de medicamentos también se da en la comparación entre el 2018 y 2017, y no es solamente en las farmacias sino también en las compras mayoristas de los hospitales públicos y clínicas.

El presidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal, Rubén Sajem, señaló en las últimas horas a medios nacionales que si se mide diciembre pasado contra diciembre del 2017, la caída en la venta es del 8,6% (7,14% en el caso de remedios recetados y 12,97%, venta libre).

“Un 8% de caída en las compras en farmacias equivale a un millón de unidades menos. Es mucho”, consideró Sajem.
En tanto, el secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, Marcelo Peretta, afirmó recientemente a Télam que el descenso del 8% el año pasado “abarca además de las farmacias, a las instituciones hospitalarias. Contabilizando todas las compras a nivel nacional, existen 3 millones de recetas caídas (que no llegaron a usarse porque el paciente no tiene dinero para comprar) y 600 millones de dólares menos de facturación, todo en 2018”.

Peretta recordó que la venta libre de productos incluye a los supermercados, donde también se notó la baja. “Es evidente que sigue la fiesta. Los aumentos de medicamentos en los últimos tres años llegan al 340 por ciento, contra un 158% de inflación. Están desbocados y es un escándalo”, sentenció.

Las remarcaciones en este sector se vuelven más elocuentes cuando la comparación es entre diciembre de 2015 y enero de 2019. Peretta detalló que los analgésicos subieron un 733%; ansiolíticos, 705%; antiácidos, 686%; antihipertensivos, 658%; vitamínicos, 642%; y antibióticos, 406 por ciento.

Para completar el cuadro de situación, entre diciembre de 2018 e igual mes de 2017, de acuerdo con la información del Colegio profesional porteño, los vitamínicos (reconstituyentes) se incrementaron un 110%; anticoagulantes, 105%; medicamentos para tiroides, 96%; asma, 77%; diuréticos, 65%; antihipertensivos, 63%, y contra la diabetes, 53 por ciento.

En cuanto al segmento de “uso habitual”, los analgésicos se dispararon un 75%; antiespasmódicos, 67%; y los anticonceptivos, 54%, entre algunos ejemplos.

 

Alarma sectorial

El Colegio de Farmacéuticos de Capital ya habían expresado en forma reciente su preocupación por la situación ya que “se podría producir la interrupción de tratamientos de enfermedades crónicas por parte de los pacientes dadas las dificultades de acceso a los medicamentos por razones económicas”.

Por su parte, Peretta insistió en que “la irracionalidad de los precios es un grave problema de salud pública. Todo quedó librado al mercado y los grandes laboratorios aumentan lo que quieren. Nadie los controla”. “Como consecuencia de la recesión económica que provoca una menor compra de medicación, se agravan los problemas de salud, con un aumento de la mortalidad y obviamente un aumento de las consultas, las internaciones”, añadió.

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