Tras una larga espera de parte de su legión de fanáticos en todo el mundo, luego de ocho años (su último trabajo había sido Maps to the Stars), David Cronenberg regresa a la pantalla grande con Crímenes del futuro, una película que promete revolucionar el mundo del cine, protagonizada por Viggo Mortensen y Kristen Stewart, a los que se suma Léa Seydoux, que competirá en el próximo Festival Internacional de Cine de Cannes, que se celebrará desde el 17 al 28 de mayo.
Fiel a su estilo, en este nuevo proyecto, en cineasta canadiense vuelve a apostar al terror corporal y a una serie de situaciones que, al parecer, apuntan directamente contra la sensibilidad del espectador. De hecho, algunos privilegiados que ya vieron la película asegura que tiene los últimos veinte minutos más incómodos de la historia del cine.
En el mismo sentido, el flamante teaser oficial, de apenas 56 segundos, es por lo menos impactante. A pesar de llevar el mismo nombre de otro film que Cronenberg hizo en 1970, no se trata de una remake, aunque ambas historias plantean algunas coincidencias, dado que las dos películas están situadas en un futuro distópico.
En esta nueva entrega, la humanidad tiene que aprender a adaptarse a un entorno sintético, en el que avanzan hacia una metamorfosis conocida como Síndrome de Evolución Acelerada, que altera la estructura biológica, más allá del estado natural. Y aunque algunos se dejan llevar por el potencial ilimitado del “transhumanismo” otros intentan controlarlo.
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Saul Tenser (Mortensen), célebre artista de performance, muestra públicamente la metamorfosis de sus órganos en actuaciones vanguardistas, con la compañía de su pareja Caprice (Seydoux). Mientras tanto, una investigadora del Registro Nacional de Órganos, Timlin (Stewart), sigue minuciosamente sus movimientos. Es entonces cuando “se revela la presencia de un grupo misterioso. Su misión: utilizar la notoriedad de Saul para arrojar luz sobre la siguiente fase de la evolución humana”, destaca parte de la sinopsis del film conocía en los últimos días.
La estética del director en este nuevo film es uno de los puntos a destacar, dado que en sus últimos proyectos se abocó a otros géneros, lejanos a ese cine que desarrolló en esplendor en icónicas producciones como La Mosca (1986) o Crash: Extraños placeres (1996), entre otras.
“Cuando comenzamos a filmar Crímenes del futuro, apenas dos días después de esta aventura con David Cronenberg, parece que hemos entrada a una historia en el que él colaboró con Samuel Beckett y William Burroughs, si esto fuera posible”, destacó Viggo Mortensen tiempo atrás.
Y agregó: “Estamos siendo arrastrados a un mundo que no es del todo como éste o cualquier otro y, sin embargo, es uno que se siente extrañamente familiar, inmediato y bastante creíble. No puedo esperar a ver dónde terminamos”.
No es la primera vez que el actor, que pasó gran parte de su infancia en la Argentina y es hincha fanático de San Lorenzo de Almagro, trabaja a las órdenes de Cronenberg. Juntos han cosechado excelentes críticas con Una historia violenta (2005), Promesas del Este (2007) y Un método peligroso (2011).
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