Policiales

Audiencia imputativa

Crimen en el Parque Urquiza: lo delató la Virgen de Guadalupe

La fiscalía investiga el crimen del cabo de la policía ocurrido el viernes pasado como un robo seguido de muerte. Un joven de 24 años se entregó el domingo y este martes fue imputado por el hecho. Quedó detenido


Un joven, de 24 años, fue imputado este martes por el crimen del policía Luis Miguel Galeano. La fiscal Marisol Fabbro le achacó la autoría del delito de robo seguido de homicidio. El crimen se produjo el viernes por la noche cuando la víctima caminaba por el parque Urquiza y fue sorprendido por un asaltante en inmediaciones del Planetario, según indicó la Fiscalía. Galeano, de 35 años, se resistió y terminó con tres puñaladas a la altura del corazón. Un testigo aportó datos sobre la mecánica mientras que un domo tomó al agresor de espalda, tenía puesta una campera con una imagen de una virgen, la cual fue el eje de la investigación y empujó la pesquisa hacia un asentamiento precario, ubicado en barrio República de la Sexta. En ese lugar, algunas declaraciones dieron pistas sobre el sospechoso, quien se entregó el domingo pasado. En esta jornada, Cristian “Cocho” C., de 24 años, fue imputado por el juez Hernán Postma, quien ordenó que quede detenido preventivamente por el plazo de ley.

Según reconstruyó la Fiscalía en la acusación de este martes, el cabo Galeano caminaba por el Parque Urquiza la noche del viernes. Eran las 20.30 cuando a la altura del Planetario fue sorprendido por un solitario asaltante. Cerca estaba un hombre, quien hacía ejercicios sobre la pared del observatorio. El testigo contó que escuchó un grito –un insulto o un reproche que no llegó a distinguir– pero fue suficiente para que le llamara la atención. Cuando se dio vuelta, vio a dos forcejear. Uno de ellos –que tenía un buzo color rojo, anaranjado o rosa según el relato del testigo– salió a la carrera por el puente que cruza Pellegrini mientras que el otro hizo unos pasos. El hombre que se ejercitaba lo siguió con la mirada por temor a que se acercara a dónde él estaba. En un momento no lo vio más y observó un bulto en el piso.

El testigo se fue hasta el edificio del Complejo Astronómico Municipal, conocido como Planetario, y habló con el policía que estaba de guardia, ambos se acercaron a la víctima. Llamaron a la ambulancia pero no hubo nada que hacer. Cuando los médicos del Sies llegaron al lugar, diagnosticaron que Galeano había fallecido producto de tres puntazos a la altura del pecho, según indicó la fiscal Fabbro.

Con la descripción del agresor y el horario que brindó el testigo, los pesquisas analizaron las secuencias tomadas por  las cámaras de seguridad del Parque Urquiza. Uno de los domos captó la imagen del agresor cuando cruzaba el puente, el forcejeo con la víctima en medio de los árboles y su vuelta hacia el barrio por la pasarela. En las imágenes se vio al agresor siempre de atrás y en la prenda que llevaba tenía la figura de una virgen en la espalda.

Me mandé una cagada

Las imágenes del domo mostraron al agresor cuando pasaba el puente tras el hecho. En el camino, se cruzó con un joven y un adolescente, quienes al advertir una situación extraña se volvieron sobre sus pasos, y el agresor los siguió. Con esas secuencias, los investigadores ubicaron a uno de los pibes que se veía en la imagen y lo detuvieron. Se trató de un adolescente, de 16 años, al que llevaron sospechado de participar en el crimen mientras que a otras la dos personas que estaba con él en el momento del arresto fueron apresados por resistencia a la autoridad.

Los jóvenes que estaban con el adolescente recuperaron la libertad y salieron de la comisaría en el momento que el personal de la Policía de Investigaciones (PDI) fue a buscar las actuaciones, contó la fiscal.

Fabbro explicó que ambos jóvenes habían visto la toma de la domo en una captura de pantalla y reconocieron al agresor, dijeron que era un vecino, dieron el nombre y la dirección. También contaron que usaba una campera con esa imagen religiosa. Respecto al menor, la representante de la Fiscalía explicó que cursó las actuaciones al Juzgado de menores donde se determinó que no era el autor sino que era uno de los jóvenes que se había cruzado con el atacante en el puente. La funcionaria remarcó que este lunes este chico se presentó con su madre en la oficina de la Unidad de Homicidios. El testigo contó que Cocho era la persona que se cruzó en el puente, que estaba con un amigo que aún no declaro y les dijo que se volvieran porque se había “mandado una cagada” aunque no les contó qué había hecho. Ellos se asustaron y se volvieron pero no sabían lo que había pasado. También describió la campera que llevaba el sospechoso.

El sábado hubo un allanamiento en dos domicilios vinculados a Cocho llevados a cabo por el personal de la División Homicidios de la PDI, no lo encontraron como tampoco hallaron elementos de interés para la causa: ni la campera, ni el arma.

Entre los argumentos de la defensa, el abogado Héctor Pérez remarcó que su cliente no usaba ese tipo de camperas, debido a que él y su familia eran mormones y no creían en imágenes religiosas. Sin embargo, la fiscal señaló que en la casa allanada por los investigadores de homicidios había distintas imágenes de la Virgen de Guadalupe.

Tras el operativo, Cocho se entregó el domingo a primera hora en la oficina de la Unidad de Homicidios que posee la Fiscalía en el Centro de Justicia Penal.

Fabbro pidió la prisión preventiva sin plazo.

En tanto, la defensa se opuso al planteo, remarcó que no había evidencia incriminante y pidió la libertad o subsidiariamente un arresto domiciliario.

Además, Cocho decidió decir unas palabras: “Me entregué porque no fui. No tengo nada que ver”.

Tras el escuchar a la partes, el juez Postma hizo lugar a la imputación y dictó la prisión preventiva sin plazo, lo que implica que estará detenido por dos años con posibilidad de revisar la medida.

La audiencia fue presenciada por los abogados que asisten a la familia de la víctima, quienes adelantaron que se presentaran como querellantes.

Al culminar la audiencia imputativa, la fiscal Fabbro en diálogo con la prensa aclaró que el arma reglamentaria del policía y la billetera Galeano fueron halladas en su auto, dijo que como la víctima vestía ropas deportivas uno de los indicios que surge es que realizaba actividad física y señaló que con las pruebas recolectadas por el momento no puede asegurar que víctima y victimario no se conocieran.

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