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Debate oral y público

Crimen en el Casino: caso emblemático de la ciudad narco con Guille Cantero otra vez en el banquillo

Además del líder de Los Monos otros cuatro acusados llegan al debate por el asesinato en el City Center de Enrique Encino, un turista en Rosario, y también por extorsiones. La causa destapó escándalo por juego ilegal y puso al descubierto vínculo entre política, poder judicial y delito


Este jueves, el jefe de la banda de Los Monos Ariel “Guille” Cantero comenzará a ser juzgado de nuevo y puede añadir 22 años de cárcel a la condena de 96 años y medio que ya purga por diferentes delitos.

Esta vez, Guille enfrenta acusación por el homicidio de Enrique Encino, el gerente bancario de 64 años que recibió un disparo en la cabeza mientras fumaba en un balcón del casino City Center en la noche del 11 de enero de 2020.

El contexto

El caso no es uno más: un turista que llega a Rosario a disfrutar y termina asesinado; un crimen en una zona donde la banda emblemática de la ciudad, Los Monos,  es dueña y señora de ese territorio antes y después del desembarco de la megacasa de juegos, con todo lo que eso implica en cuanto a responsabilidades privadas y públicas; un delito como la extorsión que es marca de fábrica de la familia Cantero antes de que el propio fundador del clan comenzara a viajar a la correntina Itatí a buscar marihuana; los vínculos de los encargados del apriete que para aquella época comenzaron a extenderse dentro de los bulevares, es decir a tocarse con el poder real de la ciudad, que ahora sí al sentir las extorsiones en carne propia comenzó a ocuparse de diversas maneras del asunto; esas relaciones que terminaron con la judicialización de la política a través de una feroz pelea al interior del partido que gobierna la provincia, que aniquiló de entrada el concepto “unidad en la diversidad” con el cual las diferentes tribus peronistas llegaron al poder y destaparon vínculos de funcionarios y legisladores al margen de la ley, pero también maneras de operar reñidas con la división de poderes y el necesario distanciamiento de cuestiones partidarias que exige un cargo público, al menos en el Poder Judicial. Entre muchas otras aristas.

La causa

En este complejo marco, junto con Guille, se sentarán en el banquillo Maximiliano “Cachete” Díaz, sindicado gerente de este grupo extorsivo; Carlos Damián “Toro” Escobar, lugarteniente de Guille y administrador de la barra de Newell’s entre otros menesteres; y el ciudadano dominicano Otniel De León Almonte, sindicato tiratiros. Además se va a juzgar una serie de aprietes de las que están acusados Cachete Díaz; Rodrigo Ortigala, ex amigo de Esteban Alvarado que después de su distanciamiento se alió con Los Monos, y el propio De León Almonte.

El tribunal, que empezará a juzgar a los acusados a las 8 de la mañana de este jueves, está integrado por los jueces Gonzalo Fernández Bussy, Rodrigo Santana y Aldo Bilbao Benítez.

Los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, acusarán como instigadores del homicidio del gerente fueron Guille Cantero y Toro Escobar. Y evalúan que la balacera tenía por objetivo intimidar a las autoridades del casino para que pagaran un dinero mensual en concepto de “protección”, una forma de recaudar que desde hace años aplica la banda y que esta vez dejó como saldo una víctima fatal.

Esta investigación derivó en la identificación del empresario del juego Leonardo Peiti, que generó una pesquisa subsidiaria por apuestas ilegales y coimas donde cayeron varios funcionarios judiciales, como Gustavo Ponce Asahad condenado en el hecho al igual que el empresario y el entonces fiscal regional de Rosario Patricio Serjal. Los fiscales pretendieron imputar, sin éxito, al senador peronista por San Lorenzo Armando Traferri, protegido por sus fueros constitucionales.

Los fiscales explicaron en la acusación que esta investigación debe valorarse conjuntamente con la pesquisa que investigó una asociación ilícita encabezada por Cachete Díaz. Este grupo delictivo funcionó desde agosto de 2019 hasta mayo de 2022 y tenía como fin extorsionar para obtener dinero y atentar contra la vida de distintas personas y regentear negocios ilícitos como garitos.

Para ello invocaban a Guille Cantero. Dentro de la estructura había cuatro grupos: uno de ellos dedicado a cometer las extorsiones e intimidar a las personas y las otras que se encargaban de cometer los ataques contra la integridad física de las víctimas para que entregaran el dinero. Después estaban los que hacían circular el dinero obtenido ilegalmente y otro grupo que se dedicaba a llevar adelante negocios ilegales vinculados a la quiniela clandestina y garitos. Además la banda contaba con cobertura policial y judicial, contaron los funcionarios del MPA.

Los fiscales explicaron que dos de sus integrantes fueron detenidos en acciones previas a la balacera al casino y no pudieron concretarla y otros dos participaron directamente en el ataque armado que finalmente se llevó adelante el 11 de enero de 2020, cuando la víctima salió al balcón del casino y recibió uno de los disparos que efectuaron dos atacantes en moto que terminaron con su vida. Por ello pidieron el tratamiento conjunto de ambas acusaciones, por asociación ilícita y por el crimen de Encino, para que se lleve adelante una sola audiencia preliminar.

Plata o plomo: el crimen del casino y el sistema extorsivo que ejecutaba Cachete

Para los fiscales Cachete Díaz planificó el ataque y se encargó de contactar a los autores materiales y coordinar el hecho a quienes además le proveyó de armas y vehículos. Según la acusación Otniel “Dominicano” De León Almonte fue el encargado de disparar el proyectil que mató al gerente y Cantero fue el instigador.

En cuanto a Toro Escobar, para la fiscalía mantuvo una conversación con Cachete Díaz el 6 de enero del 2020 con quién coordinó el ataque determinando qué autos se usarían y quienes serían los autores. Al día siguiente de la agresión armada que terminó con la vida de Encino volvieron a comunicarse y Díaz le dio detalles de lo sucedido.

Pedido de penas

Cantero tiene en su haber casi un siglo de condena (en 2014 fue condenado a 2 años por portación de armas, en 2018 a la pena de 22 años por asociación ilícita y homicidios, 6 años y 8 meses por coacción agravada a un juez, en 2023 fue sentenciado a 22 años por asociación ilícita y una serie de balaceras a edificios y propiedades de funcionarios judiciales. A ello se suman las condenas en el fuero federal: 15 años en la causa conocida como Los Patrones, 10 años por secuestro extorsivo y 12 años como organizador de tráfico de estupefacientes: ahora enfrenta un nuevo pedido de 22 años.

Escobar, que purga condena dictada en 2013 por homicidio de Sebastián Soperez y de perpetua por el crimen de la pareja de su ex, identificado como David Nahuel Amarilla, enfrenta un pedido de 16 de cárcel.

Otro pedido de condena para Guille Cantero, esta vez como instigador del crimen en el Casino

Cachete Díaz enfrenta un pedido de 20 años de cárcel. Mientras que Almonte ya fue condenado por asesinar de varios tiros al policía Cristian Ibarra por una discusión derivada de la venta de droga, enfrenta un pedido de 18 años de prisión. Lo acusan de ser el que gatilló contra el casino.

También acusaron a Rodrigo Ortigala, cuya hermana salvó su vida de milagro al ser atacada a tiros por allegados a Esteban Alvarado, quien era su amigo al igual que de su hermano. Rodrigo Ortigala fue testigo estrella del MPA en la causa contra Alvarado por asociación ilícita y homicidio.

En su caso, Rodrigo Ortigala no tiene relación alguna con el crimen, pero sí aparece en la investigación como el presunto responsable de marcarle a Los Monos que un empresario del centro de Rosario a quien conocía para que lo extorsionaran. La pena en expectativa es baja por este hecho: año y medio de cárcel.

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