Policiales

Juicio a Los Monos

Crimen del Tarta Demarre: piden absolución de Guille Cantero

La defensa de uno de los referentes del clan de La Granada consideró que no hay pruebas para condenar a su cliente como autor material del homicidio, al sostener que en un video aportado como prueba no se alcanza a distinguir al tirador.


Diego “Tarta” Demarre era el dueño de Infinity Night. Hacía poco más de ocho meses que no pisaba el boliche que había cedido en su explotación a Oscar “Piqui” Aguirre, quien sería asesinado el 1° de marzo de 2014. Pero la madrugada del 26 de mayo de 2013 Demarre estaba en el local. Cerca de las 5 llegó Claudio “Pájaro” Cantero con tres pibes, no pudo estacionar frente al local y lo hizo a unos metros: allí lo balearon de muerte.

El nombre del boliche quedó asociado con el crimen y al día siguiente –que era lunes– Tarta se presentó en Tribunales. Según allegados, quería desvincularse del crimen, aunque nunca declaró formalmente. Sí lo hicieron algunos de los empleados del lugar y el encargado.

Al salir del edificio y según la acusación fiscal Demarre fue perseguido y asesinado poco antes de llegar a su casa y frente a su mujer.

Dentro del juicio que enfrenta la banda Los Monos, encabezado por la familia Cantero, se ventila además de la asociación ilícita este crimen que tiene sentados en el banquillo  a Ariel Máximo “Guille” Cantero como autor, Andrés “Gitano” Fernández como partícipe primario y Leandro “Gordo” Vilches y Jorge “Ema” Chamorro como partícipes secundarios.

Este miércoles fue el turno de los alegatos de la defensa, que desvinculó a sus clientes y trajo a la audiencia el fallido acuerdo abreviado que algunos de los acusados firmaron con la Fiscalía. Según la defensa, se cayó por cuestiones ajenas a las partes y resaltó el cambio de mando político por aquel entonces y la sed de condenas de un caso con alta repercusión pública.

Dentro de los testimonios figuró el del entonces subjefe de Orden Público. Según el trabajo de calle que realizó esa agrupación (de la que dependen las comisarías), y la información obtenida en escuchas telefónicas, concluyó que el crimen de Demarre se dio en un marco de venganza por el homicidio del Pájaro Cantero, a lo que sumó que había tres grupos dedicados a la venta de drogas: el clan Bassi en Villa Gobernador Gálvez, el clan Cantero en zona sur y otro grupo en barrio Tablada que se disputaba el control de los búnkers para narcomenudeo.

El primer testimonio de este miércoles fue del de Marcelo Marcos, entonces subjefe de Orden Público. Tras la serie de homicidios que siguieron al crimen del Pájaro, se formó un grupo de investigación para colaborar con fiscales a cargo de los casos, entre ellos el de Demarre. El comisario fue uno de los que trabajó sobre la filmación del domo ubicado frente al Heca en la madrugada del crimen de Cantero, video que se usó para identificar personas y vehículos.

Pero tras ello ocurrió el homicidio de Demarre y un día más tarde los crímenes de Marcelo Alomar, Nahuel César y donde quedó malherida Norma César, quien murió varios meses después: fueron atacados a tiros cuando iban en una chata, en Acevedo y Francia. Marcos contó que obtenían datos de calle, los analizaban y los pasaban a la Fiscalía y a los jueces de los casos.

De la filmación obtenida por el domo surgió la presencia de un auto Volkswagen Bora blanco, dijo. El fiscal Luis Schiappa Pietra le mostró en la sala de audiencias fotografías obtenidas de ese domo, donde identificaron a Mariano “Gordo” Salomón (imputado por asociación ilícita), Guille Cantero, Ema Chamorro y una mujer que quedó desvinculada de la causa. El policía dijo que sólo conocía a la mujer. Que era otro de sus colegas quien conocía e identificaba a las personas. El fiscal le preguntó si los identificados tenían alguna particularidad y dijo que no. Entonces le preguntó si alguno tenía gorro –el tirador en el crimen de Demarre tenía uno– y las objeciones llovieron. Finalmente dijo que no alcanzaba a divisarlo; le mostraron otra foto y agregó que esa persona “algo tiene en la cabeza” y “podría tener lentes”.

Los informes que generó el testigo tras el crimen de Cantero contaban cómo estaban organizados algunos grupos delictuales en la zona sur de Rosario, cuál era su principal actividad delictiva, cómo estaban armados. En cuanto al homicidio del Pájaro tuvieron un sospechoso que luego se desvirtuó, porque había una investigación en el Juzgado de Instrucción 15ª respecto de Milton Damario (absuelto en juicio por el asesinato del Pájaro), donde tenían un teléfono intervenido. Avanzaron en ese punto, analizaron y llegaron a la conclusión de que era un tema de drogas. Concluyeron que a raíz del crimen del Pájaro y desde el grupo de la familia Cantero se generó una serie de venganzas. Habló que el triple crimen de los César y Alomar, a su entender, se produce por un error en la identidad de atacantes (que habían confundido a Damario con Milton César, hermano de Nahuel e hijo de Norma).

La brigada a cargo de Marcos trabajó bajo la figura de Damario y Luis Bassi (también éste resultó absuelto en el debate por el crimen del Pájaro). Se formó la idea de que el móvil podía ser la venganza. Había grupos vinculados con la negociación de estupefacientes, detalló: los Bassi en territorio villagalvense, los Cantero en el sur y otro grupo en el sector de Tablada, y en relación con los centros de ventas, los búnkers, era una lucha constante.

Para el subjefe hubo un error en el autor del crimen de Cantero: “Se decía que era un tal Lijo y todos creían que era Milton César porque había tenido un acercamiento con Demarre”. Había un video de cómo había sido el homicidio de Tarta: se pone a la par del auto de la víctima un auto Bora; cuando doblaban en U el Bora se detiene una fracción de segundo y sigue la marcha, relató, y confirmó que Demarre venía de Tribunales.

Alegatos

El defensor Carlos Varela contó en su alegato cómo la Fiscalía, que hoy acusa a Guille Cantero y pide 24 años de cárcel, le ofreció un procedimiento abreviado con una pena de 7 años como miembro de la asociación ilícita y partícipe secundario del homicidio de Demarre. El acuerdo además incluía la situación procesal de Chamorro y Vilches.  Explicó que desde la Procuración, la Fiscalía de Cámaras y Fiscalía de grado llamaron a los defensores ofreciéndoles la solución que implicaría ventajas para ambas partes. “Fueron muchos días de esfuerzo y pudimos lograr el convencimiento de Cantero que rechazaba de plano el acuerdo, aun con los montos que proponían”, dijo. Pero cuando el acuerdo se presentó ante los jueces de grado fue rechazado. “Habían llegado aires nuevos al gobierno y había cambiado la titularidad del Poder Ejecutivo provincial” refirió. “En Cámara la Fiscalía defendió el acuerdo, aunque también fue rechazado y ahora llegó sin nuevas pruebas, sin indicios y pretende convencer al Tribunal de una situación diferente”, aseguró.

“La Fiscalía, en general, vino queriendo corregir su propio pasado. Esa historia del acuerdo fracasado es necesario recordarla para que entienda el tribunal la arbitrariedad de la que hablamos”, dijo Varela. “Ninguno de los defensores carecemos de experiencia en causas de alto impacto social, añadió, y se explayó sobre el accionar de la Fiscalía durante el juicio, criticó la posición que tomó ante los medios de prensa brindando información sesgada, pretendiendo punición y arrojando en cabeza de los jueces un resultado diferente al pretendido, aseguró. Varela tildó a la acusación de tener “una estrategia bélica impropia de la función que cumple” y sentenció que a pesar de las “caricias políticas, ventajas periodísticas, y los inagotables recursos económicos”, la Fiscalía no podrá mostrar un caso sólido.

En general los defensores Fausto Yrure, Gabriel Navas e Ignacio Carbone coincidieron en la falta de pruebas contra sus pupilos. La Fiscalía habló de un crimen que está filmado y escuchado, casi en directo, lo que fue negado por Yrure.  Este defensor dijo que la fisonomía que capta la cámara de seguridad de la casa de Demarre no se ve con claridad y las escuchas son de terceros. Demostrarán que “Guille Cantero estaba en el velatorio de su hermano, Chamorro y Vilches en lugares diferentes, ni siquiera estaban juntos”, relató. También negaron que Guille tuviera un Volkswagen Bora ni que lo hiciera desaparecer (en referencia al auto que se usó en el crimen).

En cuanto a Fernández, la defensa aseguró que está vinculado con la causa por ir el 26 de mayo de 2013 al Heca y resulta ilógico que una banda llame a alguien que no pertenece a ella para manejar el auto desde el cual mataron a Demarre, explicaron. El Gitano Fernández no está acusado como miembro de la asociación ilícita.

Piqui Aguirre

Oscar “Piqui” Aguirre fue asesinado de 8 disparos en marzo de 2014. Lo atacaron cuando arreglaba su auto en la puerta de su vivienda ubicada en pasaje 1845 al 600. Fue testigo en la causa y su testimonio será incorporado por lectura en el debate.