Región

Control vial en Pueblo Esther

Creyeron que el alcoholímetro estaba roto pero no: manejaba con más etílico que el máximo medible

El dispositivo mide hasta un máximo estandarizado. El hombre superó ese nivel y el aparato marcó error por exceso de rango. Desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial insistieron en que es una conducta inadmisible


Fue el pasado lunes 7 de diciembre: un conductor abordado por efectivos de Seguridad Vial durante un operativo de control en la localidad de Pueblo Esther sembró dudas sobre el equipo de análisis de alcoholemia. O el aparato fallaba o su rango no alcanzaba para semejante bebedor. Confirmaron lo último: el hombre tenía más alcohol en sangre que el que podía medir el dispositivo.

La Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) explicó en un comunicado que el alcoholímetro no estaba roto. Es que mide su rango de medición, que es el estándar, estaba por debajo del alto nivel de etílico del conductor que sorprendió a los agentes con su estado. “Acordemos como sociedad que está conducta es inadmisible. Al volante, cero alcohol”, señalaron.

Cuando un test arroja un resultado mayor a 0.50 gramos de alcohol por litro de sangre, el máximo permitido por ley en conductores de vehículos,  se aplican medidas preventivas como la remisión del vehículo al corralón. Y sanciones, como la multa económica o la inhabilitación.

La tasa de alcohol máxima para conducir una moto es de 0,20 gramos y en conductores profesionales (choferes de camiones, colectivos o ambulancias, por ejemplo) es 0 gramos, siempre por litro de sangre.

La tasa de alcoholemia

La alcoholemia es la cantidad de alcohol que hay en la sangre después de haber ingerido bebidas alcohólicas. Se mide en gramos por litro de sangre (g/l). Directamente en sangre o, como en los operativos de tránsito, indirectamente a través del aire expirado. La equivalencia es: 0,25 miligramos por litro de aire espirado= 0,5 gramos por litro de sangre.

La tasa de alcoholemia va aumentando durante la primera hora después de haber bebido. El máximo se alcanza más o menos rápido dependiendo de que se esté o no en ayunas. Se puede tardar una hora en sentir el efecto, por lo que si se conduce el coche justo después de beber, la alcoholemia aún está por debajo del pico correspondiente.

De acuerdo a la autoridad de regulación federal de la aviación y documentos oficiales de patología forense de los Estados Unidos, el efecto de un nivel de alcohol en sangre de entre 2,7 a 4 gramos por litro es “estupor, apatía e inercia general, vómitos, incontinencia urinaria y fecal”. Entre 3,5 y 5, hay probabilidad de “coma, inconsciencia, anestesia y hasta muerte”.

 

 

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