Policiales

Creen que mataron a hermanos por odio y aprovecharon para robar

Los investigadores del crimen de dos hermanos estudiantes que fueron asesinados a golpes y quemados en la localidad bonaerense de Villa Celina creen que los homicidios tienen algún componente de odio o venganza y ya descartaron como móvil problemas por una relación sentimental.

Los investigadores del crimen de dos hermanos estudiantes que fueron asesinados a golpes y quemados en la localidad bonaerense de Villa Celina creen que los homicidios tienen algún componente de odio o venganza y ya descartaron como móvil problemas por una relación sentimental.

Fuentes judiciales dijeron que como el padre de las víctimas denunció un faltante de 50.000 pesos de la casa se investiga un homicidio en ocasión de robo, pero que sospechan que hubo alguna otra cuestión por la saña que hubo en los asesinatos.

Los hermanos Cristian (25) y José (13) Cotari, hijos de padres bolivianos y el segundo nacido en Argentina, fueron ayer asesinados a golpes en la cabeza y luego prendidos fuego, tras ser sorprendidos cuando dormían en su casa, la cual fue incendiada.

Luego de conocerse el crimen, anoche se presentó a declarar en forma espontánea un joven que era señalado por el padre de las víctimas como el autor de los hechos y sostuvo que es inocente.

El joven dio esa versión en la comisaría, la cual resultó convincente, pero cuando fue llevado a prestar una declaración informativa ante el fiscal 8 de La Matanza, José Luis Marotto, se negó a declarar por consejo de un defensor oficial.

Entonces, el fiscal espera tomarle declaración la semana próxima, aunque ya casi descarta que el joven, que habría tenido alguna relación anterior con la novia de Cristian, esté vinculado al hecho.

“La hipótesis del crimen pasional está desinflada y si bien hubo un robo, no creemos que sea sólo eso, hay cosas que llaman la atención”, dijo un investigador.

Agregó que en Villa Celina ya se produjeron otros crímenes contra ciudadanos bolivianos que fueron asesinados a golpes con hierros o piedras -sin que nunca se usara un arma de fuego- y que siempre los cuerpos fueron quemados para borrar cualquier huella.

En este caso, según el resultado preliminar de la autopsia, los jóvenes sufrieron traumatismos de cráneo que les provocaron una hemorragia cerebral y luego los cuerpos fueron quemados.

Las heridas fueron causadas con una barreta de hierro que tiene una punta en “V”, usado para palanquear puertas, la que fue secuestrada de entre los muebles y otras pertenencias que se quemaron en el incendio.

Por otra parte, debido a que la escena del crimen fue destruida por el fuego, los investigadores esperan encontrar alguna prueba en las imágenes de una cámara de seguridad de un frigorífico que está ubicado en la esquina de la casa. 

El hecho se descubrió a las 4.50 de ayer en Ugarte 1249 de Villa Celina, cuando la Policía y los bomberos llegaron al lugar por un llamado de un vecino que observó la salida de humo de la casa.

Al ingresar, los bomberos sofocaron el incendio y descubrieron muerto en un sillón al chico de 13 años, mientras que su hermano falleció camino al hospital Santojanni.

En tanto, una empleada de la familia que estaba en la casa permanecía internada en ese centro de salud porque también fue golpeada y sufrió un principio de asfixia, mientras que su hijo de dos años resultó ileso.

El padre de las víctimas denunció un faltante de 50.000 pesos de la casa, mientras que otros familiares atribuyeron los crímenes a la envidia que despertaba el mayor de los hermanos, quien estaba a punto de recibirse de contador y tenía dinero y auto.

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