Economía

No dan ni vino

Créditos UVA generaron más de un dolor de cabeza

Hay familias que no pudieron cubrir la diferencia al aumentar el valor de las propiedades tras la suba del dólar. Las cuotas se actualizan según la inflación, que se le está yendo de las manos al gobierno


La última corrida bancaria dejó a mitad de camino a varias familias que optaron por acceder a su primera vivienda a través de un crédito hipotecario UVA. Es que la devaluación que llevó al dólar a casi 25 pesos elevó el precio de las propiedades en pesos y, quienes fueron adjudicatarios del préstamo y no lograron cubrir la diferencia o lograr un acuerdo con el vendedor, no sólo vieron frustrado su sueño de la vivienda propia sino que perdieron su seña.

El crédito UVA (cuyas siglas significan Unidades de Valor Adquisitivo) tiene un doble interés. Uno es fijo y se aplica sobre el capital total a 20 años. En el caso del Banco Nación, desde el 1° de mayo, este interés es del 6,5% para los clientes y un 8% para no clientes (los bancos privados utilizan a la banca pública como referencia). La tasa antes de esa fecha era del 3,5% para ambos casos.

El otro interés se ajusta mensualmente según la inflación. De esta forma, el capital adeudado continúa creciendo. Según el coordinador del Consejo Asesor de Vivienda de Rosario, Ariel D’Orazio, quien tomó un crédito UVA hace dos años, está pagando un 60% más de capital. “No conviene tomar este tipo de créditos porque no toma el salario como referencia de actualización. Cada mes, la cuota se lleva un porcentaje mayor del ingreso familiar”, dijo D’Orazio a El Ciudadano.

Más allá de la inconveniente actualización de las cuotas, la corrida bancaria y su consecuenta alza del dólar truncó el sueño a varias familias. Quienes ya habían iniciado los trámites para acceder a una vivienda y la habían señado, debieron cubrir la diferencia por el aumento de las propiedades o acordar una rebaja con el vendedor. “Lamentablemente hay casos en los que la operación se cayó y perdieron la seña”, reconoció el presidente de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), José Ellena a El Ciudadano.

El asesor inmobiliario dijo que el sector que representa “tomó la intervención necesaria para que no se caigan las operaciones”. “Tratamos de que en todos los casos las partes lleguen a un acuerdo. Los compradores plantean una rebaja e intentamos demostrarle al vendedor que esta suba del dólar no se verá reflejada en los precios si el mercado no puede pagar las propiedades”, explicó.

Ellena señaló que las propiedades están valuadas en pesos. Pero para los aumentos se toma como referencia el dólar por ser una moneda más estable. Sin embargo, la demanda del mercado también juega su carta. “Si una propiedad vale en pesos el equivalente a 100.000 dólares y (la moneda norteamericana) sube un 25%, no sabemos si puede seguir valiendo esos 100.000 dólares. Si no se lo vendemos a quien ya está interesado, no podemos asegurar que vaya a haber otro”, ejemplificó el titular de Cadeiros.

La nueva referencia

El Banco Nación sólo está trabajando con tasas UVA. El 40% que puso el Banco Central apuró el cambio y el Nación se corrió de las tasas fijas. Desde el Procrear a los plazos fijos utilizan esta modalidad. “La cuota con el UVA se equiparó y la tendencia es que siga subiendo, porque tiene una actualización periódica y la inflación no frena”, indicó el coordinador del Consejo Asesor de Vivienda. Y lanzó: “Esperemos que esto no termine como la 1050 en la dictadura, cuando los bancos se quedaron con los inmuebles de quienes habían optado por un crédito hipotecario”.

Previsor inesperado

El ex titular del Banco Nación, Carlos Melconian, se opuso a los créditos UVA ni bien se implementaron, argumentando que fueron un fracaso en países como Uruguay, debido a que no toman el salario como referencia de actualización.

“Melconian había sacado una línea de créditos en la que la tasa era fija por 3 años y después el salario tenía incidencia en la composición de la actualización de la cuota. No era una solución al problema y los bancos ganaban mucho igual, pero Melconian, que no es santo de mi devoción, tenía una mirada más amplia”, expresó D’Orazio.

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