Ciudad

Crecida del Paraná: aún sigue al acecho

A mediano plazo la situación es controlable, pero el pronóstico preocupa.

La crecida de los ríos ya obliga a reforzar terraplenes al norte de la capital provincial.
La crecida de los ríos ya obliga a reforzar terraplenes al norte de la capital provincial.

El río Paraná, que ya superó el nivel de alerta frente al puerto de Rosario, sigue creciendo aunque no tanto como para pensar en que deba implementarse un operativo de evacuación en el mediano plazo. Así se desprende del informe semanal elaborado por el Instituto Nacional del Agua (INA). No obstante, el pronóstico general para el curso del río en el tramo argentino no es alentador, ya que se espera que crezca aún más por las lluvias estacionales. Por ese motivo, pueden verse seriamente afectadas diversas localidades del Litoral.

Las previsiones plantean un escenario de “aguas altas” para este verano, más todavía porque se espera la “onda de crecida estival” proveniente de la alta cuenca de Brasil. En el caso de Rosario se estima que el río aumentará dos centímetros para el 22 de este mes; esto es, de los 5,06 metros de la actualidad llegará a los 5,08, lo cual indica que todavía se mantendrá lejos de los 5,30 que debería alcanzar para ponerse en marcha un plan de evacuación.

No obstante, la luz de alerta está encendida en las zonas bajas de la ciudad como El Mangrullo, donde la situación podría agravarse mucho antes de alcanzar esa marca, y es por esa razón que desde hace varias semanas la Municipalidad realiza un monitoreo constante junto a los vecinos de la zona.

Por ahora, en ese lugar la complicación más importante es que la altura del río se encuentra casi al mismo nivel que el de los desagües, con lo cual trabajan máquinas bombeadoras de manera casi constante para evitar la obstrucción en las bocas de desagüe. La altura media del Paraná frente a las costas rosarinas durante enero es de 3,21 metros.

La situación, en cambio, es más complicada en la zona de islas. “Los afectados en forma más severa serían los productores ganaderos de márgenes bajas e islas, y también se verían afectadas gradualmente las zonas urbanas bajas”, advierte el análisis del INA, que no prevé un panorama alentador para los próximos meses, hasta marzo inclusive.

A la altura de la ciudad de Santa Fe el río alcanzó una altura preocupante, ya que las aguas se encuentran en 5,45 metros, por encima de los 5,30 metros que se estipulan para la señal de alerta y a 25 centímetros de alcanzar el “nivel de evacuación”.

 La raíz del problema

 La situación en las nacientes del río Paraná, en territorio brasileño, en las cuencas Paranaiba y Grande, hace rato que superó la barrera de “grave” y, según el último parte del INA, “continúa agravándose” porque en la última semana se registraron precipitaciones del orden de los 30 milímetros.

Para la próxima semana se espera la misma cantidad de lluvia, con lo cual crecerá el caudal hacia el tramo argentino-paraguayo del río, y de ahí en más hacia el curso argentino.

La preocupación va en aumento porque, además de que la situación ya es crítica con el panorama actual, se espera la “onda crecida estival” proveniente de la alta cuenca en Brasil.

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