Ciudad

Crece pero jamás envejece

La Granja de la Infancia celebró sus 11 años con actividades lúdicas, música y muchas familias tomando mate en el césped. Unas 1.500 personas visitaron ayer el predio ubicado en Presidente Perón al 8100.

Por: Diego Montilla

Una tarde fantástica acompañó los festejos por el 11º aniversario de la Granja de la Infancia. Unas 1.500 personas se acercaron hasta ese espacio verde ubicado en avenida Presidente Perón al 8100 para disfrutar de una jornada, si bien algo fresca, con sol a pleno. Pese a que fue posible observar gente adulta recorriendo y disfrutando del predio, sin dudas son los niños los protagonistas absolutos de esta propuesta que forma parte del Tríptico de la Infancia. Los chicos corren, alimentan a los patos del lago artificial, suben y bajan constantemente de las casas que están ubicadas a lo alto de algunos árboles, se revuelcan por el pasto, todo el tiempo, sin cansarse, llenos de energía. Los grandes miran y dejan pasar el tiempo mientras comparten sus rondas de mate.

La Granja de la Infancia fue inaugurada el 3 de mayo de 1999 durante la intendencia de Hermes Binner, actual gobernador de la provincia. Donde actualmente está este espacio lúdico, antes había un basural. Puede decirse que su directora, Silvia Rizzati, hizo carrera en el lugar. “Yo hace 11 años empecé siendo guía de contingentes escolares”, le comenta a este diario.

“Esto es como un hijo que vi crecer, la verdad es que me siento muy orgullosa. Veo los árboles y cómo todo el entorno ha crecido de acá a 11 años y me siento muy contenta. Feliz de que la granja siga siendo un espacio para todos los rosarinos y gente de afuera que nos visita constantemente y que todo siga estando tan lindo y tan cuidado como siempre”, agrega.

Consultada sobre cómo nace este proyecto, la directora del lugar recuerda: “Esto surge a partir de la Ciudad de los Niños que es un emprendimiento local, del municipio, que trabaja con los denominados Consejos de Niños. En aquel entonces había un solo Consejo de Niños, el de la zona Norte, y ahora ya hay seis, uno por cada distrito. Allí,  lo que planteaban los chicos era la necesidad de más espacios verdes. Así es como se empieza a pensar, siguiendo algunas ideas del pedagogo italiano Franceso Tonucci, en el Tríptico de la Infancia, siendo la granja el primer espacio que se concreta. Este era un predio municipal de cinco hectáreas. Había una parte que se utilizaba como depósito de chatarrería de la Municipalidad. Eso habla un poco de la recuperación de este espacio que estaba usándose como un depósito de chatarra y pudo ser convertido en este lugar tan maravilloso para toda la gente, para todo el público”.

“El objetivo de la granja es brindar un espacio para que niños y adultos, no sólo niños,  puedan vivir, convivir, aprender a cuidar a la naturaleza, a establecer diferentes vínculos”, continúa.

Sobre los horarios para visitar la granja, Rizzatti destaca que “está abierta de martes a domingos”. “De martes a viernes tenemos abierto al público en general pero nos visitan mayormente contingentes escolares que acceden a la granja mediante un turno que se otorga telefónicamente. Por su parte, sábados y domingos tenemos gran afluencia de familias que vienen con sus hijos o abuelos que vienen con sus nietos a tomar mate o a participar de las distintas propuestas que tenemos en los distintos dispositivos lúdicos y a pasar una linda tarde”, remarca.

“Desconozco si en el resto del país hay alguna granja de estas características. Creería que no porque es un proyecto que ha sido visitado por muchos intendentes y por mucha gente que es de otras provincias y vienen a ver de qué se trata la propuesta y a pedir información porque es un proyecto que invita y convoca mucho. La granja forma parte de un tríptico, que se llama el Tríptico de la Infancia, no es solo la granja, también tenemos el Jardín de los Niños y la Isla de los Inventos. Trabajamos para lograr lugares de convivencia, de encuentro del niño con el adulto”, añade.

Por último, la titular del espacio no oculta su “satisfacción” frente a la permanencia del proyecto. “Estamos muy felices porque tenemos mucha gente que nos está visitando cada domingo y hoy un poquito más porque tenemos una propuesta con música, aparte de las actividades que siempre tenemos en la granja. Vemos a las familias disfrutando al sol, con rondas de mate, y estamos cumpliendo con el objetivo de buscar revalorizar las cosas cotidianas de nuestra vida como sentarse en el pasto, estar con la gente que uno quiere, compartir un buen momento, escuchar música, cosas que nos hacen salir por un rato de la vorágine diaria”, concluye.

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