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Crece el pollo, cae la carne

En 2010 el consumo interno de carne bovina fue el más bajo de la década. En tanto, los productos avícolas se incrementaron un 2 por ciento en el mismo período. Se comen 34 kilos por habitante al año.

El consumo interno de carne avícola mostró un incremento del 2 por ciento durante 2010 y llegó a unos 34 kilos por habitante al año, según informó la Oficina Nacional de Control del Comercio Agropecuario (Oncca). El organismo estimó que la producción de pollo continuará en alza durante 2011, “fomentada por una mayor demanda interna, en la medida que la producción bovina se mantenga reducida”.

En tanto, el mercado de la carne registró el año pasado el nivel de consumo interno más bajo de la década y un descenso del 52 por ciento en la exportación, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).

De acuerdo a los últimos datos procesados por el Ministerio de Agricultura nacional, la producción avícola aumentó 6 por ciento con respecto a 2009. A ese ritmo de crecimiento, la producción aviar habría alcanzado 1,6 millón de toneladas en 2010.

En cuanto a las exportaciones de pollo, hasta noviembre se registró un crecimiento de 27 por ciento respecto a 2009, de acuerdo con datos del Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa). Eso permite estimar que los envíos “rondarán las 300 mil toneladas al finalizar el año”, agrega el informe.

Informes periodísticos dan cuenta que el sector planea invertir unos 100 millones de dólares para incrementar la faena en 100 mil toneladas. Además, en el marco de los créditos del Bicentenario, se aprobó un importante monto de beneficios para el sector.

El sector avícola, continuó el informe, prevé un crecimiento cercano a 6 por ciento anual, con el objetivo de llegar a producir 2,5 millones de toneladas en 2017, a partir de un consumo de 44 kilos por habitante y exportaciones por mil millones de dólares.

¿De carne somos?

En tanto, el consumo interno de carne bovina en el período enero-noviembre 2010 fue de 57,2 kilos por habitante, lo cual implicó una caída de 16,9 por ciento, el  nivel más bajo de la década. Los precios de los cortes que más se consumen incidieron en el paso de los consumidores de la vaca al pollo.

El primer balance de 2010 se ubica por debajo de 2002, el nivel más bajo de la serie, luego de un año como 2009 que se ubicó en el tope (al igual que 2007) con 68,7 kilos de carne per cápita.

Según Ciccra, en los primeros once meses de 2010 la producción fue de 2,4 millones de toneladas, 22,6 por ciento menos que en el mismo período del año anterior. En esto incidió la caída en la faena de 26,2 por ciento, para ubicarse en 10,8 millones de cabezas, lo que iguala los bajos niveles de 1998 y 2001-2002, períodos caracterizados por la fuerte recesión y la crisis económica más importante que afrontó el país.

Esto impactó de lleno en las exportaciones, que sumaron 284,5 toneladas (res con hueso), 52 por ciento menos que en el período enero-noviembre de 2009.

“Luego de un proceso de liquidación de vientres tan extenso e intenso como el observado entre 2007 y 2009, sólo cabía que a partir de 2010 no hubiera hacienda y, en consecuencia, que la producción, el consumo interno y las exportaciones disminuyeran sensiblemente”, destaca el informe.

Con este escenario, advierten desde Ciccra, si no se adoptan nuevas decisiones que neutralicen estas señales y no se profundiza la sequía que se registró a fines de 2010, la faena vacuna recién podrá recuperarse a partir de 2013. Habrá que esperar para volver al asado.

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