Paso al costado. Mediante un comunicado, la jueza de Instrucción Nº 6, Raquel Cosgaya se excusó de intervenir en todas las causas que involucran a Roberto “Pimpi” Camino, en parte porque el otrora jefe de la barra brava leprosa la tildó de arbitraria y de estar en connivencia con el poder político para perjudicarlo y también por entender que “no podrá ser imparcial”.
Como dato, la magistrada mencionó que a fines del año pasado, pocos días después de la liberación de Camino, entraron a su casa y las autoridades policiales vincularon el hecho con Pimpi. Ese incidente y el rumor de que mientras estuvo tras las rejas el ex líder de la barra dijo que “la haría boleta” derivaron en una custodia policial permanente frente al domicilio de la jueza.
El ex jefe de la barra, quien estuvo preso durante 8 meses por el intento de copamiento a la sede de Newell’s, ocurrida en enero de 2009, recuperó la libertad el pasado 23 de diciembre, luego de un juicio abreviado por el cual fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional.
La jueza Cosgaya tramitó al menos seis denuncias que se acumularon contra Camino por asociación ilícita, tras la primera presentación hecha a mediados de 2007 por el abogado Mariano Bergés, pero ayer decidió excusarse y alejarse de las causas que involucran a Pimpi al verse en “situación de violencia moral”.
Además, la magistrada tenía los sumarios registrados tras los incidentes en la sede del club del parque Independencia en la tarde del 26 de enero del año pasado, cuando un grupo integrado por alrededor de 40 personas, algunas portando armas de fuego, otras con palos, bates de béisbol y piedras, provocó destrozos en la administración del club en momentos en que un grupo de socios realizaba trámites de empadronamiento. Por este hecho fueron detenidas una veintena de personas y varios días después los tres hermanos Camino, sindicados por testigos como quienes lideraban el grupo de atacantes.
El ex líder de la barra brava, Roberto Camino, estuvo varios meses prófugo y recién fue arrestado en el mes de abril en el barrio porteño de Once. Pimpi permaneció tras las rejas hasta la víspera de Nochebuena, cuando firmó un acuerdo en el marco de un juicio abreviado, figura prevista en el Nuevo Código Procesal Penal, por el que fue condenado a tres años de prisión en ejecución condicional.
Según el escrito, cuatro días después de la liberación de Pimpi, en el programa “Fútbol sin trampa”, que se emitió por Canal 5 el domingo 27, Camino se refirió a que su detención fue injusta porque cuando ocurrieron los hechos no estaba en el club.
En dicho programa, su conductor, Luis Alberto Yorlano, le preguntó si sintió que “le soltaron la mano”, a lo que Pimpi respondió: “Tuvieron que cambiar la ropa. Para muchos fui necesario en su momento. Cuando avanzás sobre los poderes van tirando palos y algunos me lo dieron a mi. Hoy empecé a molestar a la clase alta que se quiso apoderar del club”, y entre otros señaló a la propia jueza Raquel Cosgaya, de quien dijo también que junto al ex ministro de Seguridad, Daniel Cuenca y el abogado de Newell’s, Néstor Vico Gimena, lo llevaron a la cárcel.
Pero el incidente que terminó de decidir a la jueza ocurrió en la madrugada del 29 de diciembre, cuando desconocidos ingresaron en su vivienda y se llevaron artículos electrónicos, hecho que la Policía vinculó con los procesos abiertos contra Camino. Esa mañana, al ser convocada por la fiscal de causas NN, supo que durante su detención, Pimpi había dicho que “la harían boleta”, por lo que se dispuso una custodia policial frente a la casa de la jueza.
Tras sostener que no podrá ser imparcial, “resulta honesto apartarme de esta causa”, finaliza el escrito donde la magistrada se aparta de las causas relacionadas con el ex jefe de la barra, Pimpi Camino.
En tanto, a una semana de la balacera que terminó con la vida de un adoles-cente simpatizante de Newell’s que volvía a Rosario desde Buenos Aires en un colectivo de hinchas, se siguen realizando allanamientos en la zona sur y en la vecina Villa Gobernador Gálvez, aunque hasta anoche el principal sos-pechoso seguía prófugo.
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