Guillermo Correa
“Histórico”. Tal como la Multisectorial por los Humedales había planificado el nuevo corte, salió. Y desde la organización entendieron que desde este domingo la protesta semanal en el puente Rosario-Victoria hasta que cesen definitivamente las quemas en el Alto Delta y se apruebe la ley de Humedales se convirtió en una pelea “transterritorial”.
Es que a las actividades desplegadas, que incluyeron un pañuelazo en el nacimiento de la autopista Rosario-Santa Fe y una conmemoración a micrófono abierto del “último día de libertad” de las poblaciones originarias antes de la llegada de la expedición de Cristóbal Colón, también se sumó una caravana de autos que partió hacia Arroyo del Medio.
Y allí, en el límite entre Santa Fe y Buenos Aires, se encontraron con una réplica que había hecho el recorrido inverso, desde el barrio porteño de Palermo, para una asamblea conjunta, y acordaron que la pelea ya no es sólo por el Alto Delta, el Delta Medio y el Delta Inferior, sino por toda la cuenca.
En bicicletas, en autos, a pie, de a una y en grupos, una oleada de personas se comenzó a concentrar pasadas las 10 debajo de la cabecera del puente. Una hora después eran casi un millar y ocupaban un gran espacio, atendiendo la permanente recomendación de los organizadores: distancias y barbijos, cuidarse para seguir peleando por el Humedal.
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A las 11 comenzó la ocupación de la calzada, en un nuevo corte que se extendió hasta las 19.30, terminante pero a la vez flexible: se abrió el paso a cerca de una decena de vehículos, entre ellos uno del Servicio Penitenciario que trasladaba detenidos rumbo a Victoria; a una mujer que iba a ver a su madre, contagiada de covid; a un particular que viajaba por un trámite, entre más.
A dos horas de iniciado el nuevo corte en el puente, la protesta se desdoblaba. Una marcha de mujeres y disidencias partió hacia el inicio de la autopista a Santa Fe, a modo de replicar a pequeña escala lo que hubiera estado ocurriendo este fin de semana en San Luis, la sede elegida para el 35 Encuentro Plurinacional, que quedó aplazado por la pandemia de coronavirus.
De igual modo, este domingo no pasó sin marcha, que concluyó con un pañuelazo ya sobre la autopista, inicio de un nuevo corte que se mantuvo hasta las 18, cuando el desprendimiento, a ritmo de tambores, hizo el camino inverso hacia la costa del Paraná.
Mientras ambos cortes se sostenían, una vasta serie de actividades tenía lugar en el entorno del puente, entre ellas una feria de “Productores sin Veneno”, que vendían desde cultivos agro ecológicos hasta repostería; también una feria de artesanos y una feria de libreros. Todo se articuló con distintos talleres, y un micrófono abierto a través del cual se hizo referencia a aquel lejano 11 de octubre de 1492, la víspera del encuentro de culturas y pueblos que significaría, en pocos años, la invasión y el sojuzgamiento de unos a manos de otros.
Las actividades también incluyeron su espacio virtual, con transmisiones y contactos a través de Instagram Live con otros actos y protestas, que tenían lugar en simultáneo, en Avellaneda y en Ramallo, en provincia de Buenos Aires.
Y como extensión de la actividad partió la caravana de vehículos para el encuentro en Arroyo del Medio, que además de activistas fue entre instituciones: el acuerdo de base fue el reconocimiento de que no se trata de una lucha particular por el medio ambiente uno u otro lugar, sino que se tratará de visibilizar cada problema en cada lugar, como uno solo.
“Acción plurinacional por la vida y los territorios”, es el nombre que quedó vigente, y en el que se dio cuenta de que, además del puente y del Alto Delta, en ese mismo momento había acciones análogas, cada una con su modalidad, en Córdoba, Entre Ríos, La Rioja, Catamarca, Neuquén, Mendoza y Tucumán, y en otras comunidades de la extensa superficie bonaerense.
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