“Hay que mirar adelante pero sin olvidar el pasado, aquí no puede haber perdón y olvido porque eso se llama impunidad”, destacó.
Frente a funcionarios y ciudadanos, Correa dijo que quería “agradecer a todas las personas que dieron su vida por la democracia”.
“A los que dicen que el Presidente no estuvo secuestrado, les dijo que se necesitaron 600 hombres de fuerzas especiales, decenas de heridos y 4 muertes para que salga del hospital”, destacó.
Para Correa, lo que ocurrió en su país “fue un intento de desestabilización utilizando un malestar en la policía por falta de información”.
“Cuando no lograron la desestabilización quisieron atentar a la vida del Presidente”, explicó.
Comentarios