Ciudad

Corre, Narciso, corre

Por Diego Montilla. El albañil más célebre de la ciudad, referente de la ONG Manos a la Obra, dio vueltas durante siete horas alrededor del edificio de la Gobernación para reclamar que un instituto privado le permita seguir estudiando.

Además de ser un auténtico luchador por los derechos de los trabajadores de la construcción con sus decenas de campañas e intervenciones para que haya mejoras en la seguridad laboral de un sector que ha dejado decenas de muertos a lo largo de los años, el titular de la ONG Manos a la obra, Narciso Cantero, ha adquirido una notable habilidad para atraer la atención de los medios de comunicación con sus distintas movilizaciones a lo largo del tiempo. El albañil ya es alguien conocido en la ciudad por sus múltiples escraches en obras en construcción –en una oportunidad se quedó en paños menores en el medio de una manifestación cubriéndose sólo con un exiguo cartel– y ayer, en un nuevo capítulo en su historial, corrió durante siete horas: “Hasta que me impidieron seguir las ampollas”, según indicó, alrededor de la sede local de Gobernación, en el que podría denominarse como un inédito “maratón de protesta”. El objetivo fue exigirle una respuesta al Ministerio de Educación de la provincia frente a un hecho de discriminación que, según viene denunciando, están cometiendo con él en el Instituto Laplace al no permitirle inscribirse para que termine la carrera de Técnico Superior en Higiene y Seguridad Laboral. Cuando las ampollas anunciaron el fin del maratón, también llegó la solución. Fue Germán Falo, a cargo de las instituciones privadas del Ministerio de Educación, quien le aseguró que encontró un espacio para él en otra escuela, algo que quedó pendiente para el próximo lunes y que Narciso prefirió no adelantar.

Haciendo un alto en su carrera al trote alrededor del edificio gubernamental que ocupa una manzana entera en pleno centro rosarino, Cantero explicó que hay una negativa de inscribirlo por parte de la institución en la cual cursó dos años de carrera. “El tema es que pese a que el Ministerio de Educación de la provincia se manifestó a mi favor, aduciendo que no existe ningún impedimento para que yo pueda acceder, hay una negativa de parte de la institución lo que a mí me perjudica enormemente porque voy a perder el año”, remarcó visiblemente agitado por el esfuerzo físico.

En short y con una remera color verde con el nombre de sus dos hijos Uriel y Sofía en letras blancas estampadas en su pecho y el casco amarrillo de rigor, el albañil más célebre de la ciudad recordó que este reclamo lleva varios meses sin resolverse. “Vengo con esto desde el mes de septiembre. El año pasado estuve dando vueltas por aquí y allá y hasta funcionarios de la provincia intervinieron pero tampoco a ellos les dieron una solución. El instituto se niega a dar una respuesta, por lo que creo que es el Estado el que tiene que intervenir para garantizar mi educación y es por eso que estoy acá esperando una respuesta mientras corro. Ellos son los que le han otorgado una matrícula a la institución para que pueda funcionar por lo que son ellos los que tienen que darme alguna respuesta”, insistió. En pleno maratón dijo ser consciente de estar poniendo en riesgo su salud al correr tantas horas sin detenerse. “Soy responsable de lo que hago, siempre lo he sido, estoy preparado para esto con el celular en mi mano, tengo compañeros que son paramédicos y que saben de esto, que son masajistas, que van a estar cuando los necesite”, comentó. “La carrera en  la cual no me dejan reinscribirme se llama Técnico Superior en Higiene y Seguridad Laboral. Considero que me discriminan.Yo no estoy en contra de la institución, pero  hay personas que están actuando bajo vaya a saber qué intereses y me están impidiendo poder terminar el cursado en este último año que me queda”, subrayó.

“Esto lo hago por el futuro de mis hijos, para que todos puedan tener acceso a la educación y también por los miles de compañeros que tienen que trabajar doce horas por día y no tienen acceso a una educación tal como se merecen porque tampoco hay motivación ni siquiera por parte del Estado ni de la patronal. El instituto respondió de forma escrita y esto ya está en un expediente y lo que sé es que se niegan a mi reincorporación”, añadió.

Al ser consultado sobre por qué eligió correr como manera de protesta,  respondió: “Corro para no obstaculizarle el tránsito nadie, esa nunca ha sido mi intención, es una forma pacífica y corro porque creo que el deporte ha sido una de las banderas que me ha venido acompañando desde hace mucho tiempo. Estoy convencido y seguro de lo que estoy haciendo”.

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