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Coronavirus: el 10,8% de los contagios son de trabajadores de la salud y piden mayor seguridad

Desde que empezó la pandemia hubo 35 profesionales que contrajeron Covid-19, de los cuales 9 están activos. Sindicatos advierten sobre la suba de la curva y piden mayor control en los protocolos, sobre todo en sanatorios privados, así como contención psicológica


Desde que empezó la pandemia de coronavirus, 35 trabajadores y trabajadoras de la salud se contagiaron en el ámbito laboral, tanto público como privado. Representan el 10,8 por ciento de los 308 casos confirmados en la ciudad desde marzo. Del total, hasta el jueves a la noche eran nueve activos. Las y los profesionales de la salud son quienes están más expuestos al contagio y trabajan bajo protocolos elaborados a nivel nacional y provincial. El cumplimiento en el ámbito público es garantizado por el municipio y en el privado es controlado por el gobierno de Santa Fe. Lo cierto es que gran parte de quienes trabajan en la salud tienen más de un empleo por lo que es común que estén en los dos ámbitos.

En las últimas semanas hubo nuevos casos en sanatorios privados y desde la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) de Rosario pidieron mayor cumplimiento de los protocolos y contención psicológica para quienes están en la trinchera de la atención de Covid-19. El Sindicato de Médicos de la República Argentina (AMRA) Seccional Santa Fe sacó un comunicado por la preocupación que se generó por un sanatorio que pidió exclusividad a quienes atienden en consultorios. El argumento del centro de salud fue que, esta manera, se evitaban contagios pero desde el gremio advirtieron por deudas de 7 meses en pagos de honorarios.

Contagios en el sistema

En todo el mundo el personal de salud es uno de los grupos más expuestos al contagio de Covid-19. A principios de mayo, un informe del Consejo Internacional de Enfermeras difundió que al menos 90 mil profesionales de la salud habían contraído el virus y que esa cifra podía duplicarse si se tenía en cuenta que no todos los países informan de la misma manera los casos. Distintas estimaciones dan cuenta de que quienes están en la trinchera de atención representan entre el 12 y el 15 por ciento de los contagios. En Argentina, la proporción de personal de la salud en los casos totales llegó al 14% en abril y hasta hace tres semanas estaba en el 8%. Al 1ro de julio había 5.676 contagios y 24 muertes.

En Rosario, representan el 10,8% del total de 308 confirmados hasta este jueves. Con los nuevos casos detectados esta semana en un sanatorio privado suman 35 contagios desde el inicio de la pandemia. Del total, 9 están todavía activos y el resto ya recibieron el alta, según informaron desde la Secretaría de Salud.

Preocupación en los gremios

Desde Atsa Rosario, el secretario general Marcelo Liparelli dijo que en los últimos días creció la preocupación por el aumento de la curva y por los contagios en sanatorios de la ciudad. “Tenemos muchos trabajadores muy angustiados y preocupados porque en todos los efectores hay contagios, no sólo de personas que vienen a atenderse y están internadas, sino que se han contagiado trabajadores de casi todos los hospitales y sanatorios, tanto médicos como no médicos”, señaló.

Según el dirigente gremial, están pidiendo a los empresarios dueños de sanatorios privados que profundicen los cuidados más allá de los protocolos ya vigentes.

Además, agregó que pedirán a las empresas contención psicológica y emocional para los equipos que atienden a personas con Covid-19.

Desde Amra, Eduardo Toboada explicó a El Ciudadano que uno de los mayores problemas que vienen teniendo está relacionado con la garantía de las condiciones laborales. “Somos conscientes de que los primeros contagios van a ser en el personal de salud, el resto de la población que no es servicio esencial sale a buscarlo al virus, el personal de salud no. A veces hay velocidad de trabajo y lo pagás con el contagio. Entonces, sabemos que va a haber casos, lo que pedimos es que esté la cobertura y que se cubra con un seguro a quienes están atendiendo. Hicimos una propuesta a nivel nacional para que la ART reconozca al Covid como accidente de trabajo. Acá en Rosario lo logramos”, dijo.

Sobre cómo ve el cuidado tanto en el sector público como el privado, Taboada respondió: “Tenemos mejor testeo en la parte pública y por eso podemos decir que están más protegidos. Pero también es un trabajo que se combina y muchos están en los dos sectores. En el privado no tenemos tanto conocimiento porque no siempre hay información oficial, no dejan de ser empresas que se cuidan como empresas. No queremos que estigmaticen a los médicos que están trabajando”.

En relación a las condiciones, Amra emitió un comunicado por “desleal actitud de algunos sanatorios de Rosario”. Es que en lugares como el Sanatorio de la Mujer empezaron a pedir a las y los profesionales que tengan exclusividad de atención, es decir, que no trabajen en otros lugares. “Hay sanatorios como el Británico que tienen exclusividad desde hace años y ya los médicos saben que si trabajan ahí esas son las condiciones. En este caso es distinto porque no sólo se arrastra una deuda de 7 meses en honorarios, sino que es un lugar con trabajo en negro, que a los consultorios los garantiza con médicos de guardia y que está usando el contagio de Covid como excusa.  Es una forma de hacerte elegir dónde trabajar”, dijo Taboada, y agregó que es necesario que la Legislatura provincial trate la ley antiplus presentada por el diputado Luis Rubeo.

En el municipio

En diálogo con El Ciudadano, la subsecretaria de Procesos Sanitarios, Soledad Rodríguez, explicó cómo adaptaron los protocolos para generar mayor seguridad y contención para las y los 5 mil trabajadores que dependen del municipio.

En una primera etapa se trabajó en relación a los elementos de seguridad, muchos de los cuales ya se usaban con normalidad pero se potenciaron. “Desde la secretaria hicimos un trabajo arduo. Al principio no había mucha información y estudiamos las normativas internacionales y nacionales. Después fuimos adoptando las provinciales a cada lugar. Lo más importante fue el consenso y trabajo en equipo con cada sector y con los comités de crisis”, explicó Rodríguez.

Para cada lugar elaboraron un protocolo de consenso que tuvo en cuenta las opiniones de trabajadores y trabajadoras de la salud. A cada persona se le dio una máscara de acrílico que pasó a ser de su propiedad. “Eso calmó mucho. Trabajamos qué elemento personal usar para cada tarea y todo fue motivo de grandes discusiones. Hicimos simulacros en cada lugar para ver cómo aplicarlos. Escaseaba el material a nivel mundial por lo que acordamos pautas de cómo usar los elementos de protección personal. Más adelante nos stockeamos y elaboramos un panel de control de cuánto tiene cada efector  para programar nuevas adquisiciones. Queríamos sacar de la lista de preocupaciones la escasez de elementos”, dijo la funcionaria.

A eso se sumó la contención para tratar situaciones difíciles que fue trabajada por la Dirección de Salud Mental. Además, en relación al pluriempleo o poliempleo explicó que generaron estrategias para que las actividades sean compatibles y que una persona no esté expuesta en distintos lugares. También armaron equipos de trabajo chicos, como establecen las recomendaciones internacionales para las pandemias.

 

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