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Corea del Norte acusa a Seúl y EEUU de poner a la península “al borde de la guerra”

Pyongyang salió a cuestionar las maniobras aeronavales que realizarán el domingo las fuerzas militares estadounidenses y surcoreanas. También China lanzó una advertencia y manifestó su oposición a los ejercicios.

Corea del Norte acusó a Seúl y Estados Unidos de haber puesto a la península coreana “al borde de la guerra” con sus maniobras aeronavales conjuntas que empiezan el domingo y efectuó, al parecer, un ejercicio de disparos de artillería en el Mar Amarillo.

El estruendo de las explosiones, que parecían tener lugar en Corea del Norte, se escuchó varias alrededor del mediodía, en la proximidad de la isla surcoreana de Yeonpyeong, bombardeada el martes pasado por Pyongyang, con un saldo de cuatro muertos.

“Suponemos que Corea del Norte efectuó un ejercicio de disparos de artillería, declaró a la AFP un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano.

Según un corresponsal del canal televisivo YTN, los escasos habitantes que permanecieron en la isla de Yeonpyeong acudieron rápidamente a los refugios.

Por primera vez desde la Guerra de Corea (1950-1953), Corea del Norte bombardeó el martes una zona civil de Corea del Sur.

Los disparos de obuses, que dejaron además una veintena de heridos, provocaron una respuesta inmediata de las fuerzas surcoreanas.Estados Unidos y Corea del Sur iniciarán el domingo maniobras aeronavales conjuntas en el Mar Amarillo, en el que participará el portaaviones “George Washington”.

Los ejercicios militares “de los imperialistas estadounidenses y sus títeres belicistas surcoreanos” están dirigidos contra Corea del Norte, denunció el régimen comunista norcoreano.

“La situación de la península coreana se aproxima al borde de la guerra por el proyecto imprudente de unos fanáticos del gatillo”, insistió Pyongyang.

Por su parte, Seúl prometió responder todavía más firmemente en caso de nueva agresión armada del Norte, tras efectuar “una revisión completa” de su política de respuesta militar, hasta ahora demasiado “pasiva”.

Tras el ataque, el presidente surcoreano Lee Myung-Bak aceptó la renuncia del ministro de Defensa, Kim Tae-Young, acusado de haber sido demasiado débil, incluso por su propio partido.

De acuerdo a fuentes militares citadas por la prensa, en el ataque del martes Corea del Norte empleó un considerable número de proyectiles MLRS (Mutiple Launch Rocket System), de 122 milímetros.

Los MLRS se caracterizan por su alta capacidad de penetración y por estar dotados de una particular pólvora que provoca devastadoras explosiones.

El enviado especial de la ONU para los Derechos Humanos en Corea del Norte, Marzuki Darusman, dijo el viernes en Seúl que el régimen de Pyongyang no tenía que aislarse y pidió que siga la ayuda humanitaria para la población norcoreana.

Darusman, que efectúa su primera misión en la península coreana, no pudo entrar a la República Popular Democrática de Corea (RPDC), el nombre oficial de Corea del Norte.

Los medios de comunicación surcoreanos criticaron el viernes la neutralidad conciliadora que mantiene China.

“La retórica ambigua de Pekín pone en evidencia el sentimiento general de que Pekín prefiere el statu-quo a la paz en la península coreana”, escribió el diario Korea Times en su editorial.

China, uno de los pocos países que apoya a Corea del Norte, no condenó el bombardeo de la isla y se limitó a “manifestar su pesar por la pérdida de vidas humanas”.

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