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Sucedió el 21 de mayo

Córdoba: un niño arrojó gas pimienta a sus compañeros de jardín

Al menos doce niños de jardín de infantes resultaron afectados por la sustancia, cuando el pequeño esparció en los rostros de sus amigos el producto que extrajo de la cartera de la madre.


Doce alumnos de un jardín de infantes resultaron afectados cuando un compañero arrojó gas pimienta que le había sustraído a su madre en el establecimiento situado en la ciudad de Córdoba.

El chico de cinco años que arrojó el gas también resultó afectado, ya que la sustancia esparció sobre su rostro.

Según se conoció en las últimas horas, el incidente, que no trajo mayores consecuencias para los chicos, se produjo el pasado 21 de mayo en el jardín de infantes del Colegio San José.

Al parecer, el chico, que le había sacado a la madre el aerosol de la cartera, lo accionó mientras con sus compañeros ensayaban una actuación que iba a formar parte del acto escolar por el 25 de Mayo.

De acuerdo con lo narrado por Carla, madre de otro de los nenes afectados, el chico al parecer pensó que se trataba de perfume y esparció la sustancia por el aire.

“Él pensaba que era perfume y empezó a rociarlo en su rostro provocándole una reacción en su piel. También hubo 12 compañeros que fueron afectados”, explicó la mujer en declaraciones a la radio Cadena 3.

“Los chicos comenzaron a toser mucho, a la lagrimear y tuvieron que llamar a emergencias. Gracias a Dios no pasó a mayores”, sostuvo la mujer, quien también señaló que varias ambulancias acudieron al establecimiento educativo.

Carla indicó que el efecto les pasó a los chicos en unas dos horas y sólo uno de ellos fue trasladado a un centro de salud, porque continuaba con molestias en los ojos, aunque las mismas se le pasaron cuando le administraron unas gotas.

Por otro lado, contó que la madre del chico que arrojó el gas “pidió disculpas y se sentía muy afligida por lo ocurrido”.

Explicó al resto de los padres que llevaba el aerosol en su cartera porque regresaba a su casa tarde del trabajo y temía ser víctima de delincuentes.

Desde el colegio, pidieron a los padres ser prudentes en el manejo de elementos potencialmente peligrosos, en resguardarlos de la manipulación de los niños y eventualmente, si no se los puedo ocultar, explicarles su función y eventual peligrosidad.

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