Policiales

Crimen organizado

Córdoba: cayó empresario argentino buscado por Interpol como el mayor traficante de armas de Sudamérica  

Tenía pedido de captura con alerta Roja junto a su esposa, una ex modelo paraguaya, en el marco de una causa de la Justicia de Brasil por venderle unas 25.000 armas de fuego al PCC y al Comando Vermelho. Los detuvieron en la zona noroeste de la capital cordobesa   


El empresario argentino Diego Dirísio y su esposa Julieta Nardi Aranda tenían captura de Interpol por estar considerados los máximos contrabandistas de armas en Sudamérica y fueron detenidos este viernes cuando caminaban por la ciudad de Córdoba. El operativo estuvo a cargo del personal de Interpol Buenos Aires y de la Policía Federal.

La investigación en la que están señalados está a cargo de la Justicia de Brasil, la cual contó con la colaboración de Paraguay y Estados Unidos. Del expediente, trascendió que en la última década el argentino traficó unas 25.000 armas de fuego de grueso calibre desde Europa del Este para luego revenderlas a través de su empresa a importantes organizaciones criminales como el Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermelho. Los investigadores consideran que las ganancias del empresario rondaron los 240 millones de dólares.

Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación informaron que tras una extensa investigación y en el marco de la cooperación internacional, agentes federales de la División Investigaciones Federal de Fugitivos y Extradiciones apresaron al empresario y su pareja, ex modelo paraguaya, cuando caminaban por Cerro de las Rosas, en la zona noroeste cordobesa.

El matrimonio tenía pedido de captura internacional con notificación índice Rojo, publicado el 5 de diciembre pasado a solicitud del Segundo Juzgado Federal Criminal de la Sección Judicial del Estado de Bahía, República de Brasil, por el delito de “tráfico internacional de armas, lavado de dinero y organización criminal”, explicó la cartera en un comunicado.

Los voceros policiales indicaron que tras un “fluido intercambio de información con Interpol Brasilia y en colaboración con agentes de la Unidad Operativa Federal (DUOF) de Córdoba, personal de Interpol Buenos Aires identificó a los prófugos en la capital cordobesa. Luego de vigilancias encubiertas, los detuvieron y quedaron a cargo del titular del Juzgado Federal N° 2 de Córdoba,  Alejandro Sánchez Freytes y la Secretaría Penal a cargo de Josefina González.

Operación Dakovo

La causa se conoció a principios de diciembre pasado luego de 55 allanamientos en domicilios, empresas y edificios públicos que tenían como objetivo dar con al menos 25 sospechosos en Paraguay, Estado Unidos y Brasil. La investigación lleva más de un año y cuenta con la intervención conjunta de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y el Ministerio Público de Paraguay, la Policía Federal de Brasil y el Homeland Security norteamericano, dijeron los voceros del caso en dicha oportunidad.

El operativo fue bautizado con el nombre de Dakovo, una ciudad croata, debido a que era la procedencia del armamento incautado a dos sospechosos en 2020 por el personal de la comisaría de Vitória da Conquista, en Bahía. El cargamento constaba de 23 pistolas, dos fusiles, cargadores y municiones, donde la mayoría provenía de dicha localidad de Europa del Este y  fue el puntapié de esta pesquisa que se considera la más grande sobre el tráfico ilegal de armas.

 

Luego de una serie de medidas los pesquisas determinaron que otros cargamentos provenían de Turquía, República Checa y Eslovenia. Lo que hacían con el armamento era rasparles los números de series en Asunción y Ciudad del Este para luego revenderlas a grupos de intermediarios que operaban en la frontera entre Brasil y Paraguay, los cuales abastecían a las organizaciones criminales brasileñas más importantes como el PCC, en Río de Janeiro, y el Comando Vermelho, de San Pablo .

En este esquema entra el empresario Dirísio, quien con su empresa Internacional Auto Supply (IAS) con sede la capital paraguaya, se encargaba de triangular la compra y venta de pistolas, fusiles, ametralladoras y municiones que adquiría con dudosos permisos a fabricantes de Croacia, Turquía, República Checa y Eslovenia.

En los allanamientos de principios de diciembre, su casa y las oficinas de IAS fueron requisadas  pero no los encontraron por lo que contaban con pedido de captura internacional con alerta Roja de Interpol.

Buscan a un argentino señalado como el mayor proveedor de armas del PCC y del Comando Vermelho

Para los investigadores, IAS comenzó con la importación de autos en Asunción, pero luego, en 2012, su negocio se enfocó hacia las armas ligeras. Como Paraguay tenía vedado el acceso al mercado de armas norteamericano, compró voluntades para poder obtener permisos rápidos de importación de la Dirección de Material Bélico (Dimabel) en dicho país y así negociar con las fábricas de Europa del este, luego las enviaba a Estados Unidos y de ahí las distribuía en la frontera paraguaya – brasileña.

Las autorizaciones irregulares del órgano encargado del control de armas implicaron “alteraciones documentales para ajustar a la ley de armas, así como autorizaciones para las ventas irregulares a cambio de grandes sumas de dinero por parte de la empresa en cuestión, entre otras maniobras”, explicaron los voceros.

La pesquisa, según la cadena Globo, apuntó también a la presunta implicación del general Arturo Javier González Ocampo, que por ese tiempo ocupaba el cargo de jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea paraguaya, y ahora está detenido.

En los procedimientos que duraron algunos días, hubo 16 apresados entre los que se encuentran vendedores de IAS, altos oficiales militares y autoridades del Registro de Control Armas de Paraguay.

De todas estas personas, una decena ya tienen pedido de extradición para que rindan cuentas en la Justicia brasileña mientras continúa la intensa búsqueda para otras 10 personas, entre las que se encontraban el argentino y su esposa.

Los pesquisas dijeron que sospechan que habían sido unas 25.000 armas, en su mayoría fusiles, las vendidas a las organizaciones criminales del PCC y del Comando Vermelho, aunque la Policía brasileña investiga si hicieron transacciones por otras 18.000. En esa conferencia de prensa también estimaron que estas ventas ilegales dejaron una ganancia cercana a los 240 millones de dólares.

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