El Concejo Municipal decidió en su última sesión convocar para que informe sobre la situación del puerto de Rosario al representante de la Municipalidad en el Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro), Eduardo Fornarini. La determinación de citar al funcionario para que exponga en la comisión de Producción, la planteó el edil de Intransigencia y Renovación Radical (IRR), Jorge Boasso, a partir del debate generado por el pedido de informes –también votado favorablemente– presentado por el titular del bloque del Partido del Progreso Social (PPS), Héctor Cavallero, y su par Alfredo Curi, respecto a acuerdos entre la Municipalidad y el Enapro y sobre la relación entre el Ente y la concesionaria Terminal Puerto Rosario (TPR), específicamente sobre la cesión para la construcción del Puerto de la Música.
Asimismo y “para redoblar la apuesta”, según consignó el edil de la bancada Socialista Edgardo Falcón, no solamente se convoca a Fornarini, sino que se decidió invitar a la totalidad del directorio del Enapro que encabeza Pablo Ferrés.
Al fundamentar el pedido Cavallero recordó que “venimos insistiendo sobre algunos sitios como el aeropuerto, el puerto y sobre obras de infraestructura” y destacó que “el puerto de Rosario fue la raíz de todo lo que es hoy el eje portuario industrial aceitero más importante del mundo”.
Consignó que la Municipalidad tiene un representante en el directorio del Enapro, para acotar que “nos tenemos que enterar del desastre del puerto por las declaraciones de Pablo Ferrés” a la prensa, en relación al titular del Enapro.
Insistió Cavallero que lo que se pide “son los convenios” entre el Enapro y TPR sobre el Puerto de la Música, y requirió que “el pedido se diligencie urgentemente”. El ex intendente señaló que “huele mal el puerto de Rosario” y se preguntó respecto a la “extensión de la concesión por 7 años más”, para acotar que “se amplió la concesión a esta empresa fundida” –en relación a Terminal Puerto Rosario, que atraviesa una convocatoria de acreedores– que de 30 pasó a 37 años. Y cuestionó dicha ampliación “cuando el Enapro no tiene los balances de los dos últimos años de TPR”.
Cavallero sostuvo que “el puerto está perdiendo cargas” y luego volvió a preguntar “si es verdad que se prorrogó la concesión de 30 a 37 años, a cambio de que TPR le diera 7, casi 8 hectáreas, para el Puerto de la Música”. Cargó también respecto a la determinación de ceder el sector donde se ubicará el complejo cultural, “donde están los mejores muelles que se encuentran en actividad”. En una velada crítica a la decisión de emplazar el Puerto de la Música, Cavallero indicó que “una cosa es gobernar y ser estadista y otra ser caprichoso”.
Indicó que cuando desde el Estado nacional se transfirió el puerto a la provincia, “lo que se transfirió es el título de propiedad”, pero indicó que “la regulación y el control sigue estando a cargo del Estado nacional a través de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables”.
En el mismo sentido mencionó Cavallero que “no es la policía provincial la que vigila el lugar sino la Prefectura” e insistió en calificar como “descabellado” que deje de operar “uno de los pocos muelles en funcionamiento”.
Antes de proponer la presencia de Fornarini, el radical Boasso recordó otra situación vinculada a la firma TPR como su vínculo con la firma Raiser, y en tal sentido aludió a “1.568 cheques voladores”.
Mientras que Curi indicó que de acuerdo a los últimos datos que posee “la deuda de TPR es de 177 millones de pesos”. Por último, Curi recordó que en su momento había presentado un proyecto para que cargos como el de representante del Ejecutivo en el Enapro “se designe por concurso”.
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