Miguel Passarini
Después de un año con los teatros, salas alternativas y cines cerrados, las reaperturas paulatinas desde comienzo del verano y en algunos casos de las últimas semanas, llevaron cierto aire de esperanza a uno de los sectores que en todos los sentidos, y analizando el contexto, fue uno de los más golpeados de la pandemia y está claro que está muy lejos de ser “esencial”, como algunos reclaman, para los distintos sectores del Estado.
Más allá de las acciones de apoyo que se llevaron adelante en este tiempo, hubo cierres de salas que llevaban años funcionando, grupos de trabajo desfinanciados y una gran preocupación en un sector que sostiene un movimiento enorme y sumamente valioso pero siempre de manera artesanal, con una pandemia que puso de manifiesto una crisis y una desatención que lleva muchos años, sumado al desfinanciamiento del gobierno macrista que volvió al rango de secretaría el Ministerio de Cultura de la Nación (hoy recuperado), con un recorte millonario.
En este sentido, es importante diferenciar los costos de mantenimiento de salas de mayor envergadura, que siempre han tenido otro tenor de ingresos de cara a lo que algunos llaman “teatro comercial” (lo mismo podría pensarse en relación con la música), frente a otro teatro de gestión alternativa y de arte, ya sea en salas oficiales o de gestión independiente que, como pasa en la gran mayoría de los países del primer mundo con la cultura, están apuntaladas por el imprescindible apoyo del Estado.
De cara a los acontecimientos y al recrudecimiento de casos en el marco de la segunda ola, un comunicado de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (Aadet) conocido horas antes del anuncio presidencial de la semana que termina con las nuevas restricciones buscó dejar en claro, con una serie de ítems, que el teatro no es un lugar de contagio, y que teatro y música son seguros a toda hora, pero también muy necesarios.
“El teatro y la música en vivo se desarrollan en forma responsable, extremadamente cuidada y cumplen rigurosamente con los protocolos instrumentados en todas las provincias. Los espacios culturales han demostrado no ser focos de contagio; por el contrario, son un ejemplo en cuanto a los cuidados tanto en el seno de la comunidad artística como para con sus asistentes, toda vez que los espectáculos se desarrollan de manera restringida con aforos reducidos”, sostiene en parte el comunicado de Aadet.
Desde la misma entidad se recordó además las inversiones en mejoras de los espacios, que garantizan la ventilación natural, colocando filtros F7 especialmente instalados, como pasó con los complejos de cine reabiertos de las grandes cadenas, “instrumentando el distanciamiento físico entre butacas e implementando el uso de barbijos en todo momento”, además de un programa de testeos periódicos y preventivos para elencos y equipos de trabajo de teatro y música a fin de mantener la seguridad sanitaria de todos los actores culturales que intervienen en la producción de espectáculos, “de manera de desarrollar ensayos y funciones en forma segura”.
Pero sobre todo, se buscó dejar en claro que el teatro y la música en vivo generan puestos de trabajo de toda la comunidad artística afectada durante el último año en que la actividad disminuyó en un 80 por ciento en el teatro y en un 95 por ciento en la música en vivo, pero particularmente en su totalidad en el teatro de producción independiente que en este tiempo buscó alternativas poco rentables en el streaming y, por suerte, contó con el apoyo económico a partir de distintas líneas de subsidios provenientes del Instituto Nacional del Teatro (INT).
Por otra parte, en las últimas horas, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, buscó llevar tranquilidad al sector al señalar que más allá de las restricciones que marca el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 235/2021 para reducir la escalada en casos de coronavirus en el país, “la actividad cultural continúa como lo venimos haciendo hasta ahora”.
“Seguiremos cumpliendo con estrictos protocolos, respetando aforos, medidas de ventilación, controles en el ingreso y egreso del público. Vamos a seguir así, con monitoreos constantes, para ver cómo evoluciona la situación”, repasó el funcionario en declaraciones radiales difundidas por la agencia de noticias Télam.
En el mismo sentido, Bauer subrayó: “Estamos en diálogo permanente con el sector de las industrias culturales; desde la primera etapa en la cual tuvimos que cerrar todas las actividades y, luego, durante la elaboración de los protocolos, junto al Ministerio de Salud y de Trabajo, para ir abriendo y asegurar un regreso cuidado de las actividades”.
Sin embargo, el empresario teatral Carlos Rottemberg, gran referente a nivel nacional, consideró que si se cumpliera en todas las jurisdicciones la reducción del aforo para espectáculos al 30 y no al 50 por ciento de la capacidad de las salas como habían sido habilitadas algunas, “va a haber más salas cerradas”.
“La novedad sobre los aforos hace inviable la actividad de los espectáculos como se notó en la última temporada de verano y eso es mucho más importante y global que el tema de los horarios”, opinó Rottemberg con relación a la limitación, según el DNU, hasta las 23.
A su tiempo, el referente de Cultura a nivel nacional concluyó: “Pensábamos que a esta altura del año podríamos centrarnos con mayor fuerza en la producción y el trabajo, pero creemos que todavía es necesario continuar con estas asistencias económicas porque la cultura sigue siendo una de las áreas más afectada por la pandemia. Por suerte, tenemos un Estado presente atendiendo a las necesidades que van surgiendo”.
De cara a este contexto, y con los espacios locales ofreciendo sus funciones, en principio en patios e incipientemente dentro de las salas, ajustadas al protocolo provincial, además de un ciclo en coproducción entre los teatros independientes locales agrupados en Atir y la Secretaría de Cultura municipal, que tuvo lugar en La Comedia, el Ministerio de Cultura de la provincia pone en marcha este fin de semana un proyecto conjunto con el INT que se extenderá hasta el 2 de mayo en ocho localidades santafesinas.
La propuesta se lleva adelante en cogestión con las secretarías de Cultura de los municipios participantes. Y el ciclo está enmarcado en el programa nacional INTervenciones escénicas a cielo abierto del referido INT, que apunta a “reactivar la actividad teatral presencial luego de un largo período de inactividad del sector a raíz de la pandemia y hacerlo con las medidas de cuidado sanitario requerido”.
Todas las funciones serán gratuitas y para una cantidad de público limitado, y en Santa Fe se posibilitará la presencia en los escenarios de treinta obras de elencos locales que, por el resguardo sanitario de la población, realizarán funciones en su propio municipio o en localidades o comunas cercanas. La programación completa para Santa Fe de INTervenciones escénicas a cielo abierto se puede consultar en http://www.inteatro.gob.ar/noticias/santa-fe-se-suma-al-ciclo-intervenciones-esce-14794.
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