Ciudad

A puertas cerradas por la pandemia

Continúan las tareas de mantenimiento e investigación en el Acuario del Río Paraná

El Centro Científico, Tecnológico y Educativo, emplazado en la ciudad de Rosario, permite descubrir la biodiversidad del ecosistema del Río Paraná a través de cientos de especies que la habitan


El Centro Científico, Tecnológico y Educativo, dependiente del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología del Gobierno de la provincia de Santa Fe, espacio que permite descubrir la biodiversidad del ecosistema del Río Paraná a través de cientos de especies que la habitan, realiza acciones diarias de mantenimiento y sus laboratorios y recursos humanos desarrollan tareas con las puertas cerradas al público como consecuencia de la pandemia por covid19.

“Durante estos meses de aislamiento, distanciamiento social y demás medidas adoptadas para prevenir la propagación del Coronavirus, en el Acuario se realizaron todas las actividades de mantenimiento necesarias que demandaron un trabajo intensivo, hablamos de limpieza de rejillas de las peceras, renovaciones de los filtros, alimentación de peces y reparaciones varias”, sostuvo la Dra. Eva Rueda, subsecretaria de Proyectos Científicos y Tecnológicos de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia.

La biodiversidad y el Paraná

En este Centro Científico, Tecnológico y Educativo se puede apreciar la amplia biodiversidad que representa al Paraná inferior y el delta. Este Río es uno de los más importantes del país, moviliza un caudal colosal de 16.000 metros cúbicos por segundo, es decir, un volumen equivalente a más de 6 piletas olímpicas cada segundo.

Para ello, el Acuario cuenta con un parque de vegetación autóctona de la provincia, con más de 50 especies de árboles y otras 50 de aves autóctonas, un centro de investigación de vanguardia, 10 grandes peceras y juegos didácticos interactivos. En su interior, reúne más de 2000 ejemplares de distintas especies de la zona con un objetivo que trasciende la recreación, y que apunta a la investigación y a la educación socio ambiental.

En la sala de acuarismo, donde se ubican las peceras, se pueden ver muchas de las especies de peces del Paraná tal y como se los vería debajo del agua, si esto fuera posible. Impactan el tamaño, los colores y el comportamiento de los peces, incluso de los más conocidos como las palometas y los dorados.

Acerca de las tareas de cuidado de peces

Las más de cien especies de peces que viven en el Acuario del Río Paraná cuentan con personas que, diariamente, están a su servicio. Los y las acuaristas del complejo, alimentan y ayudan a los más de 2.000 ejemplares distribuidos en las peceras para que la adaptación de su hábitat natural al acuario sea la correcta.

De acuerdo a lo expresado por los acuaristas, la limpieza profunda puede tomar una jornada entera de trabajo. “Somos cuatro buzos que nos vamos rotando para que todos los días estén cubiertos. Siempre tiene que estar uno por si pasa algo. Los animales nunca dejan de tener atención”.

El trabajo no se trata sólo de limpiar (sifoneado del suelo, limpieza de los vidrios y paredes de las peceras), también tienen que alimentar a los peces y brindarles el tratamiento adecuado si alguno de los ejemplares así lo requiere.

“Cada vez que entro es un desafío. La idea es cuidar la estética de los acuarios sin molestar a los peces. El acuario, si bien lo podemos separar en distintas áreas (técnica, educativa, laboratorio), es algo mucho más grande que la suma de las partes: convivimos en un espacio multidisciplinar en el que interactuamos con formaciones muy diversas y un objetivo en común”, comenta el acuarista Fernando Lo Menzo.

“El mantenimiento diario, los laboratorios y los recursos humanos que allí trabajan continuaron con sus tareas, a medida que se habilitaban las actividades. El Acuario nunca detuvo su labor, seguimos trabajando con nuestras puertas cerradas al público para que, cuando estén dadas las condiciones, santafesinas y santafesinos puedan sumergirse en el Acuario”, agregó la funcionaria.

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