Los seis soldados británicos que destrozaron un restaurante argentino y golpearon brutalmente al dueño y al ayudante de cocina, continúan detenidos, sin fianza e incondicionalmente. La orden fue dictada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de las Islas Canarias.
Por otro lado, los argentinos agredidos enviaron un escrito al premier británico, Gordon Brown: «Señor Ministro: le rogamos que controle mejor a sus fuerzas militares, que no utilicen el perfecto entrenamiento que reciben para atacar a civiles indefensos».
Los soldados, que estaban vacacionando en la isla, pertenecen a una división militar galesa. Cuando ingresaron al local exigieron que el dueño les entregara las botellas de alcohol. Éste les advirtió que iba a llamar a la Guardia Civil Española por lo que los hombres comenzaron a golpearlo a él, a su ayudante de cocina, que tiene fractura de pómulo y a un turista alemán que está internado en el Hospital de Lanzarote.