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Conmoción internacional ante la masacre de Egipto

Los muertos llegaban ayer, según el gobierno de facto, a casi 650 con unos 4 mil heridos por la brutal represión.


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La masacre de Egipto estremece al mundo, mientras las cifras de muertos por la represión del Ejército, desatada desde el miércoles pasado contra los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi, llegaban ayer a unas 650. Pero desde la Hermandad Musulmana, organización de la que surgió Mursi, estimaron que los fallecidos son más de 2 mil. El Consejo de Seguridad de la ONU llamó a una reunión urgente, Estados Unidos condenó la “brutal” acción represiva y el Papa oró por las víctimas. En tanto, los antigolpistas desafiaron el decretado estado de sitio y convocaron a más protestas por lo que la sangría continuaba en la calles de las principales ciudades.

Al menos 650 personas –de ellas unas 550 civiles– murieron entre anteayer y ayer en Egipto, en la sangrienta represión a las manifestaciones de los partidarios del derrocado presidente Mursi, anunció el propio Ministerio egipcio de Salud, que indicó que la mayor parte, unas 250, murieron en la plaza Rabaa al Adawiya, donde los antigolpistas acampaban desde hace más de un mes y medio. Otras 90 personas perdieron la vida en la evacuación de una segunda plaza en El Cairo, Al Nahda. Según las autoridades, hay más de 40 policías muertos.

El gobierno “de transición” decretó el estado de sitio durante un mes. Sin embargo, los simpatizantes del depuesto Mursi convocaron a manifestarse desafiando abiertamente a las autoridades.

El portavoz de los Hermanos Musulmanes, Jihed Haddad, aseguró que esa hermandad está “decidida a seguir movilizada hasta el regreso” del depuesto presidente Mohamed Mursi al poder, y llamó a los egipcios a “salir a la calle”.

Haddad aseguró que “la masacre de ayer (por el miércoles) demuestra el fracaso del golpe de Estado perpetrado por el general Abdelfatah al Sisi”.

El vocero, en comunicación telefónica con la agencia de noticias Télam,  aseguró luego, en relación con los sangrientos desalojos, que el Ejército “llevó a cabo una limpieza” con el objetivo de “aplastar de manera sanguinaria toda voz opuesta al golpe de estado militar”, aludiendo al derrocamiento –el pasado 3 de julio– de Mursi.

Desde esa fecha, el depuesto mandatario está retenido en un lugar no develado acusado de asesinato y espionaje. Ayer las autoridades judiciales egipcias prolongaron su detención 30 días más.

Haddad salió también al cruce de las versiones oficiales que cifran en 525 las víctimas mortales y aseguró que “son 2.200 los muertos, además de otros miles de heridos y arrestados”.

“Ya se están llevando a cabo funerales y aún queda un centenar de cadáveres en la plaza Rabaá al Adaweya”, escenario de la masacre.

La versión oficial, hecha pública en la TV pública egipcia por el vocero del Ministerio de Sanidad, Mohamed Fathallah, asegura que la cifra actualizada de víctimas de la represión de ayer es “525 muertos y 3.717 heridos”, 202 de los cuales se produjeron en la citada plaza Rabaa al-Adaweya.

El gobierno calificó también como “acciones criminales” los ataques contra iglesias cristianas coptas.Haddad también aseguró que “algunos altos dirigentes” de los Hermanos Musulmanes fueron arrestados, aunque no precisó exactamente cuantos.

Poco más tarde, el ministro Fathallah dijo que 288 personas murieron en el campamento más grande, en el barrio oriental de Nasr City, con lo que las cifras oficiales trepaban a 638.

En tanto, el papa Francisco rezó ayer por las víctimas de la violencia en Egipto así como “por la paz, el diálogo y la reconciliación”. “Oremos juntos por la paz, el diálogo, la reconciliación en esa querida tierra y en el mundo entero”, agregó.

Francia, Reino Unido, Australia y Turquía llamaron de urgencia

Los 15 países miembro del Consejo de Seguridad de la ONU mantuvieron en la tarde de ayer en Nueva York consultas de urgencia a puertas cerradas sobre la crisis en Egipto, indicaron diplomáticos. La reunión se realizó a pedido de Francia, Reino Unido y Australia, tras la sangrienta represión por la Policía y el Ejército de manifestaciones en El Cairo, ampliamente denunciada por la comunidad internacional. Turquía ya había pedido más temprano una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, que preside Argentina y que integran Australia, Francia y el Gran Bretaña.

Durante la reunión los embajadores de los 15 Estados miembro serán informados sobre la situación en Egipto por el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, debido a la ausencia del secretario general, Ban Ki Moon, de gira en Medio Oriente.

Diplomáticos consultados estimaron poco probable que el Consejo publique una declaración formal. En una primera reacción, Moon denunció el baño de sangre en El Cairo como producto de la violenta represión.

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