Policiales

Pasaje Isaacs al 300 bis

Conmoción en Empalme Graneros: mataron a balazos a un hombre de 77 años

Jorge Coronel murió a metros de su hogar: le dispararon 4 balazos. Testimonios apuntan a que iba a pagar impuestos y llevaba dinero que no le robaron. Trascendió que estaba en conflicto con personas que le habían usurpado una casa. Su mujer, única testigo, habló de un robo. Los investigadores dudan


Foto: Juan José García.

Jorge Coronel fue uno de los primeros vecinos en afincarse en Jorge Isaacs al 300 bis, una cortada de cien metros entre Vélez Sarsfield y Gorriti a la altura del 6700. A primera hora de este jueves, salió con un morral en la mano a pagar impuestos pero no llegó a su destino. Su esposa dijo que dos hombres en moto lo abordaron frente a su casa, que los vio porque había salido con él y estaba a metros cuando ocurrió el crimen, tras adelantarse para tomar el colectivo rumbo a su trabajo. Se escucharon cuatro disparos y Jorge quedó tendido en el pavimento aferrado a su bolso y ya sin vida. Ese testimonio, el único directo, abonó en un principio la hipótesis de un homicidio en ocasión de robo, pero averiguaciones posteriores y detalles del hecho abrieron otras. Una refiere a personas que ocupan ilegalmente una vivienda de la víctima. En la otra, esperan la declaración de la viuda para obtener indicios para descartar o confirmar algunas sospechas que tienen los investigadores.

La información policial y testimonios recogidos en la zona apuntan a que Jorge Coronel salió de su casa a las 6.15 con la intención de pagar cuentas. Caminó unos metros junto a su esposa, que iba a tomar el colectivo en Provincias Unidas y Gorriti para ir a trabajar. Como el hombre se desplazaba despacio por su edad, la mujer dijo que se adelantó unos metros y entonces pudo ver cómo una moto con dos ocupantes asomaba por Pasaje Isaacs y encaraba a Jorge. Los vecinos contaron cuatro disparos. El médico legista constató un impacto en la cabeza y otro en el pecho, con orificio de salida por la espalda. Coronel quedó tendido boca abajo y murió a los pocos minutos.

Lo que ocurrió en los segundos previos queda por revelarse. La mujer, al parecer la única testigo directo de la agresión, se encontraba en shock y por la mañana los investigadores esperaban tomarle declaración. A los 15 minutos llegó un patrullero para resguardar la escena. Le siguieron el personal de criminalística de PDI y el fiscal de homicidios en turno, Miguel Moreno.

Los vecinos contaron a los medios de prensa que llegaron al lugar que Coronel fue uno de los primeros vecinos en asentarse en esa cortada, y que mantenía buena relación con el vecindario.

Una hija de la mujer de Jorge contó a Canal 3 que Coronel era un hombre de costumbres rutinarias, que pasaba sus días en un galpón cercano entre herramientas y dedicado a labores manuales. “No lo hacía por necesidad, arreglaba cosas y no las vendía”, dijo. Agregó que el hombre tenía ingresos de propiedades que alquilaba, con una aclaración: mantenía un litigio con los moradores de una de esas viviendas, que rentaba en Pérez y que, según su testimonio, está ocupada en forma ilegal: “La hipótesis de conflicto tiene que ver con la casa de Cabín 9, una de las tantas que tenía en alquiler, usurpada desde hace años”, se escuchó en boca de su hija política.

La primera hipótesis de homicidio en ocasión de robo no quedó descartada, pero el nuevo dato abrió un frente de especulaciones sobre el móvil del asesinato ya que Coronel –según sus allegados– solía vociferar que “estaba armando un grupo para ir a sacar a la gente que le había usurpado la casa”.

“Tuvo peleas con los usurpadores. Pero nosotros le decíamos que lo deje en mano de los abogados, que para eso le estaba pagando”, comentó la mujer.

Sobran las incógnitas

Dos detalles llamaron la atención de los investigadores: la cantidad de disparos contra la víctima –cuatro– y la fuga de los supuestos agresores sin el morral en el que llevaba el dinero, unos 3.500 pesos. Los vecinos agregaron que Coronel había sufrido un intento de robo anterior.

El área de prensa de Fiscalía informó sobre la primera de las hipótesis: que el hombre fue abordado “con aparentes fines de robo; al intento de sustracción de elementos personales, la víctima recibe cuatro disparos de arma de fuego que le causan el fallecimiento en el lugar. Los agresores se dieron a la fuga sin concretar el robo”.

A los pocos minutos, y con las primeras averiguaciones, cualquier certeza se desvaneció. Trascendió que tanto Fiscalía como la Policía de Investigaciones tenían reparos sobre el relato de la esposa, única testigo. Los vecinos escucharon los disparos, pero no la moto que mencionó la mujer. Ella contó que cuando oyó las detonaciones se tiró al piso detrás de un auto, y que pasados varios minutos se levantó y vio en la vereda a su compañero y le pidió ayuda a una vecina.

La información recolectada por los detectives es que el hombre se casó hace cinco años con su actual esposa. Que dos años después, ella se fue a Paraguay y regresó hace unos meses. También obtuvieron testimonios sobre problemas de convivencia entre ambos, que la víctima había expuesto en confidencia con allegados.

El fiscal Moreno solicitó medidas al gabinete criminalístico PDI, el relevamiento de cámaras de la zona y levantamiento de rastros. “Se tomará testimonios a familiares y en el lugar del hecho se secuestró material balístico enviado a peritar”, indicaron.

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