El pasado 20 de septiembre se realizó, en el auditorio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Santa Fe, el Congreso provincial de la CTA de los trabajadores de cara a la convocatoria al Congreso Nacional del próximo 3 de octubre. Con la presencia de más de 300 congresales, el plenario sesionó bajo la invocación de las trabajadoras Cecilia Burgadt –de ATE Santa Fe, víctima de femicidio– y de Cristina Aguilar y Jorgelina Ruíz Díaz, quienes perdieron la vida en la provincia de Chubut en el marco de las acciones de resistencia ante la gravísima situación social que padece la provincia. Antes del inicio formal del encuentro saludaron al Congreso reunido, destacando la lucha en unidad del movimiento obrero, los dirigentes del Movimiento Obrero Santafesino (MOS) Claudio Girardi, Claudio Leoni, Pedro Bayugar y Patricia Mounier y lxs diputadxs nacionales Marcos Cleri y Silvina Frana” lxs diputadxs provinciales Leandro Busatto, Patricia Chialvo y Germán Bacarella. En ese marco, Hugo Yasky brindó un informe de coyuntura nacional y de toda la región que luego se completó con el aporte de lxs compañerxs de la Comisión Ejecutiva Nacional Sonia Alesso y Jorge Hoffmann.
En relación a la unidad de los trabajadores, Yasky expresó: “La suma para fortalecer al movimiento obrero en esta etapa se fue operando en las provincias y Santa Fe tuvo un papel importantísimo. Porque se trata de construir una unidad con aquellos que estén dispuestos a que el sindicalismo sea la herramienta de lucha de una clase trabajadora que tiene que disputar con mayor seriedad el protagonismo en la definición de la política”.
En este contexto Yasky reflexionó: “Creemos que el movimiento social en la Argentina tuvo una fortaleza que explica gran parte del fracaso y de la derrota electoral del gobierno que encabeza Mauricio Macri. No podemos pensar que somos el ombligo del mundo, que todo se explica porque fuimos capaces de sostener nuestra presencia en las calles en la ciudad de Buenos Aires y en las capitales de todas las provincias, en distintos momentos. No solamente podemos explicarlo desde ahí, pero fue un factor importantísimo. Y esto hay que atesorarlo y hay que inscribirlo como parte del cierre de esta etapa histórica porque el gobierno de Mauricio Macri, desde el primer día, puso en la mira al movimiento sindical”.
En este sentido, el dirigente y diputado nacional puntualizó: “Tenemos que rescatar como positivo que el pueblo argentino no fue doblegado. Lo podría haber sido. En 2017, cuando Macri ganó la elección, La Nación y Clarín, hablaban de 20 años de gobierno de Macri y la pregunta que se hacían el Washington Post, los diarios de Inglaterra, los diarios de Europa, era si Macri, fortalecido por ese triunfo, iba a decidir avanzar para partirle el espinazo a la resistencia del movimiento sindical. Y la pregunta que se hacían era cuánto tiempo le iba a llevar a Macri quebrar la resistencia del movimiento sindical y social. Esto escribían los diarios y finalmente eso, que hizo que nos corriera la gota fría, porque todos sentimos que podíamos estar entrando en un ciclo largo de hegemonía de los sectores más reaccionarios de la sociedad, o sea, todos sentíamos que eso podía ser el principio del fin de ese movimiento sindical fuerte, popular, de los organismos de DDHH. Fue en ese momento en el que Macri, envalentonado, saca la teoría de la crisis explicada desde los errores de los últimos 70 años, es decir, iba por la aniquilación del movimiento nacional, iba a liquidar al peronismo, a proclamar que todo lo que se hizo en estos 70 años explicaba nuestra decadencia y que había que ir a una Argentina, que era la Argentina de la Década Infame, la Argentina preperonista”.
Tras el discurso de Yasky, cada área de trabajo de la CTA brindó un informe de lo actuado y su programa de acciones, y finalmente cerraron el encuentro las intervenciones de los Secretarios Adjuntos Adolfo Avallone y Edgardo Carmona, y el Secretario General José Testoni. Como dato significativo destaca una de las resoluciones del Congreso Provincial: la presentación de un proyecto de ley, en la Cámara de Diputados nacional, sobre el Centro Cultural La Toma en Rosario. El proyecto consiste en el rechazo del desalojo de los trabajadores del predio y que se dé curso a la propuesta del gobierno provincial para comprar la hipoteca del lugar. La propuesta tiene el acuerdo unánime de todos los sectores políticos y está en sintonía con declaraciones de igual tenor del Consejo municipal de Rosario y la legislatura de la provincia de Santa Fe.
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