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Conflicto por reservas no frenó la actividad

Por: María Iglesia

A pesar del cruce entre el Gobierno y Redrado, no mermó la confianza y no se generó una salida de capitales.
A pesar del cruce entre el Gobierno y Redrado, no mermó la confianza y no se generó una salida de capitales.

El 5 de enero, un día antes de que comenzara el conflicto entre Martín Redrado y el Gobierno, las reservas internacionales que el Banco Central atesora se encontraban en 48.049 millones de dólares, una cifra elevada si se tiene en cuenta los niveles de los últimos cinco años. Y, desde ese día, crecieron en más de 160 millones de dólares hasta el viernes de la semana pasada.

El ruido político que causó las idas y venidas en el intento de creación del Fondo del Bicentenario, que tocó a los tres poderes del
Estado en sólo 20 días para conseguir la destitución de Redrado –oponente a esta medida oficial–, provocó menos impacto en el plano económico de lo que se preveía. Si bien en el mercado sí se tradujo en bajas que se evidencian en la caída de los títulos públicos de deuda y también de la Bolsa, el nivel actividad continuó prácticamente sin cambios, acorde a cualquier otro enero en la Argentina.

Por caso, en los primeros 15 días de enero, la entidad monetaria no cesó su tarea de comprador de dólares en el mercado cambiario, lo que muestra que a pesar del conflicto con el que comenzó 2010 en la Argentina, la confianza no mermó y no se generó una salida de capitales. Según un análisis de la consultora Econométrica, en las dos primeras semanas de enero, el BCRA intervino para mantener el valor del dólar y lo hizo desde el lado de la demanda, comprando 547 millones de dólares. De ese monto,  260 millones los adquirió en los primeros siete días y los 287 millones de dólares restantes en la segunda semana. Así, “el ritmo de compras de divisas equivale a casi 1.100 millones mensuales, magnitud similar al superávit comercial del periodo”, sostiene el informe escrito por su economista jefe, Ramiro Castiñeira.

Es de destacar que la magnitud de compras de reservas es equivalente al monto que ingresó en divisas al país por el lado de la balanza comercial, ya que el año pasado durante los meses previos a los comicios electorales ocurrió exactamente lo contrario: los dólares que ingresaban por las mayores ventas al exterior en relación a las compras se esfumaban por el temor que existía en la plaza local, hecho que dejaba al Banco Central imposibilitado de acumular reservas e, incluso, hasta tener que deshacerse de estas para que el valor del dólar no se disparara.

Así, la fuente principal de acumulación de reservas es, precisamente, el resultado de la balanza comercial. Un análisis de la consultora Finsoport, del ex vice ministro de Economía, Jorge Todesca, sostiene que en los últimos cuatro años, los excedentes cambiarios del sector privado explicaron el 90% de su crecimiento.

Estas compras por parte de la entidad monetaria de los dólares que surgen del superávit comercial implican a su vez una mayor monetización de la economía, que sirve para dar los pesos que se demandan necesarios para mantener el nivel de actividad. Es así que al haber mayor circulación de billetes, se estimula la economía aunque también, si hay excesos, se suma un factor más para presionar a la suba de los precios.

Tal como concluye el informe de Econométrica, “pese a la crisis que se desató tras la creación del Fondo del Bicentenario, por ahora la misma no reactivó la salida de capitales como tampoco frustró la recuperación del nivel de actividad económica”.

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