En medio de la crisis institucional que afecta la provincia, el titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en Santa Cruz, Alejandro Garzón, advirtió que «no hay conducción política» y que las disputas «internas en el Frente para la Victoria están perjudicando» a toda la población.
«No hay conducción política en esta provincia, por ende cada uno hace lo que quiere», se quejó Garzón, quien destacó que el gobernador Daniel Peralta se impuso en las últimas elecciones pero «no por el porcentaje que siempre está acostumbrado» el oficialismo.
El sindicalista se pronunció de esa forma luego de los choques entre manifestantes y la Policía provincial registrados ayer en Río Gallegos que dejaron al menos 22 heridos y produjeron una fuga de funcionarios del gabinete provincial.
En tanto, el obispo de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín, reclamó«encarecidamente que se detengan los actos de violencia» en la provincia de Santa Cruz y que se promueva «un encuentro de todos los sectores sociales».
Los incidentes se produjeron cuando la gestión de Peralta buscaba aprobar en la Legislatura la «emergencia económica y previsional» en la provincia y reducir sueldos y haberes de trabajadores y jubilados.
La situación derivó en una nueva crisis institucional en una provincia tiene historial en estos ribetes. Lo del jueves provocó renuncias de ministros y el alejamiento de la agrupación La Cámpora de la administración provincial.
En ese contexto, la sesión prevista en la Legislatura para tratar las medidas de recorte fiscal se suspendió y la presidenta Cristina Kirchner postergó su viaje a Río Gallegos.
«Acá Peralta no ha tenido el apoyo que siempre ha tenido el Frente para la Victoria. Ganó por la Presidenta de la Nación (Cristina Kirchner) que sacó el 85 por ciento de los votos», advirtió Garzón.
En declaraciones a la radio La Red, el sindicalista señaló que «la situación de los trabajadores del Estado es muy difícil», al igual que de los desocupados. El referente de la CTA apuntó contra la gestión de Peralta por un «mal manejo de los fondos», al tiempo que cuestionó los «problemas internos, de disputa de poder» en el oficialismo provincial.
• Iglesia pide paz
«En medio de estas fiestas familiares somos testigos una vez más de hechos de violencia, corridas, heridos, que no condicen con el espíritu de la Navidad», señaló el obispo Romanín a través de un comunicado, que también lleva la firma del obispo auxiliar, monseñor Miguel Ángel D’Annibale y del Equipo Diocesano de Pastoral Social.
La autoridades eclesiásticas advirtieron que «esta realidad dolorosa deviene de una historia de vínculos societarios rotos, y nos obliga a pensar y reflexionar juntos como comunidad los grandes ejes que deben constituir la prioridad provincial».
Reclamaron «un encuentro de todos los sectores sociales para interpretar nuestra realidad, buscando a través del diálogo irrestricto caminos apropiados para encontrar alternativas concretas para la paz y la convivencia».