Ciudad

Confirman procesamiento de Peressotti por amenazas

Es por una causa que le iniciara al empresario farmacéutico y ex concejal el periodista Armando Cabrera

“Vamos a tratar de hacer las cosas lo mejor posible en beneficio de los habitantes de mi querida ciudad”, dijo Daniel Peressotti cuando asumió la banca de concejal por el peronismo en diciembre de 2005 tras ser elegido por el lema más votado del PJ. El deseo fue bueno. La realidad dijo otra cosa. En enero de 2008 el empresario que no se cansaba de abrir sucursales de la farmacia que más descuentos hacía en la ciudad reaccionó de una manera inesperada frente al robo de uno de sus locales y fue denunciado por dos de sus empleadas por amenazas, insultos y lesiones. Después fueron los concejales Arturo Gandolla y Daniela León quienes también lo denunciaron por amenazas. Y por último llegó el turno del periodista Armando Cabrera, quien fue a la Justicia con la grabación de los gritos de Peressotti en su celular, donde le decía que “se dejara de joder” porque “iba a tener problemas” con sus hijos.

El empresario fue acusado por Cabrera de amenazarlo con la vida de sus hijos. (Foto: Marcelo Manera)
El empresario fue acusado por Cabrera de amenazarlo con la vida de sus hijos. (Foto: Marcelo Manera)

El empresario había sido procesado por la jueza Alejandra Rodenas por el delito de amenazas coactivas y este mes la sala I de Cámara de Apelaciones en lo Penal confirmó el procesamiento, aclarando que “aunque corresponde ahondar la investigación (…) los elementos reunidos permiten probabilizar el andar criminoso endilgado”.

“Amenazó a mis hijos a través del celular” le dijo el periodista Armando Cabrera a El Ciudadano, agregando que además: “Pintaron las paredes de mi casa y tiraron alquitrán en el garaje”.

Sobre el origen de las amenazas el periodista dijo que eran las “críticas que se le hacían por su manejo con respecto a sus empleados el día del robo y sobre las sospechas que había sobre la venta de medicamentos truchos”.

Tratando de indagar un poco más en las razones que podrían haber llevado al empresario a realizar amenazas a personas del ámbito público y privado, Cabrera dijo: “Él creía tener impunidad dentro del peronismo para hacer lo que quisiera, y obviamente eso no era así” para luego agregar su satisfacción por el fallo: “La justicia es lenta pero llega”, dijo Cabrera

“A mí me denunciaron para sacarme plata y me hago cargo de lo que digo”, había dicho en su momento Peressotti con relación a la causa que dio origen a las demás, donde lo acusaron de agredir, insultar y amenazar de muerte a las trabajadoras de la sucursal de Tucumán al 1700, a las que les habían sustraído 40.000 pesos. “Si yo amenazo a alguien y tiene miedo no seguiría trabajando conmigo. Es cierto que me puse de muy mal humor, pero si alguien se entera que le robaron una importante cantidad de dinero no va a decir «¡Recorcholis!»”, argumentó en ese momento el empresario farmacéutico.

Sin embargo, algunos de sus compañeros en el Concejo dijeron que “estaba acostumbrado a manejarse de otra manera en los negocios, donde se ve que le funcionó pero en la democracia esas actitudes no van”.

El 13 de marzo del año pasado la situación se hizo insostenible y tuvo que renunciar a su banca de concejal por el peronismo, acorralado por propios y extraños. La red de farmacias sigue en pie, aunque con menos sucursales. Las causas en su contra en Tribunales siguen su curso. Y su carrera política parece un cadáver difícil de exhumar. Sus ex compañeros de bancada no lo han vuelto a ver. El resto de la sociedad, tampoco.

Nadie sabe si Peressotti aprendió a dominarse.

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