Policiales

Violencia machista

Confirman la perpetua a un empresario por el femicidio de la docente Silvia Prigent

Las cámaras de seguridad del municipio de Tigre ubicaron a Sfeir yendo al lugar del crimen y el análisis de las antenas donde fue captado su celular lo ubicaron en lugares comprometidos


La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena a prisión perpetua para el empresario de la basura Daniel Sfeir por el crimen de su esposa, la docente Silvia Prigent, quien en 2011 fue asesinada de dos tiros en la cabeza en un descampado del partido de Tigre, y fijó para 2047 la fecha en la que el condenado recién podrá pedir la libertad condicional, informaron este miércoles fuentes judiciales.

El fallo del máximo tribunal del país desestimó el recurso de queja -la última apelación posible- que había formulado la defensa de Sfeir (61), a cargo del abogado Rubén Jones.

En la misma resolución, la Corte Suprema realizó el cómputo de la pena y teniendo en cuenta que Sfeir fue detenido por el caso el 12 de enero de 2012, fijó para el 12 de enero de 2047 la fecha en la que, tras 35 años encarcelado, el empresario que se dedicaba al rubro de la recolección de residuos, podría solicitar la libertad condicional.

Así quedó firme la prisión perpetua que, en 2014 y tras un juicio, le había impuesto a Sfeir el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro como coautor del “homicidio agravado por el vínculo” de su esposa, sentencia confirmada en 2015 por el Tribunal de Casación, en 2016 por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y ahora, por la Corte nacional.

Por la misma pena y por el mismo delito, en aquel juicio también fue sentenciado su empleado Jorge Bini (70), alias “El Pai”, aunque en su caso, no hubo apelación ante la Corte Suprema.

Fuentes judiciales indicaron que actualmente Sfeir está cumpliendo su condena en la Unidad 21 de Campana, mientras que Bini lo hace en la 25 de Lisandro Olmos, ambas cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

Silvia Prigent, hermana de la víctima y particular damnificada en la causa, aseguró a Télam que este fallo definitivo le dio a la familia “mucha paz”.

“Silvia ahora sí descansa plenamente en paz. Se hizo justicia, que la esperamos tanto y por la que tanto luchamos”, agregó.

Prigent (50) fue asesinada de dos tiros en la cabeza el día que desapareció, el 29 de diciembre de 2011, y tras 10 días de búsqueda, su cadáver fue hallado en un descampado ubicado a la vera de la ruta 26, en la zona del dique de Luján, en el límite entre los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar.

El caso se esclareció tras una compleja investigación dirigida por el entonces fiscal de Don Torcuato, Cosme Iribarren, actualmente uno de los fiscales generales adjuntos del Departamento Judicial San Isidro que investigó la muerte de Diego Armando Maradona.

Según lo que pudo demostrar el fiscal Iribarren, ambos imputados participaron del crimen y el móvil sería que Sfeir quería deshacerse de su esposa porque tenía otra pareja.

Las pruebas que comprometieron al viudo y a su ex empleado fueron testimonios, videofilmaciones y el análisis de las llamadas telefónicas que los sitúan en el lugar del crimen.

Las cámaras de seguridad del municipio de Tigre ubicaron a Sfeir yendo al lugar del crimen y el análisis de las antenas donde fue captado su celular lo ubicaron en lugares comprometidos.

Además, en el expediente hay una escucha telefónica en la que Sfeir fue grabado diciendo “yo la mandé a matar”, cuando tres días antes de su detención llamó a su casilla de mensajes de voz sin saber que su línea estaba intervenida.

Además, hay dos grabaciones de video que comprometen a Bini: una en la que se lo ve en el locutorio de Zárate desde donde avisaron a la familia de la víctima dónde estaba tirado el cadáver y otra en el local de celulares de Escobar donde vendió el aparato de la docente asesinada.

Las declaraciones de los imputados también fueron controvertidas en la causa, ya que primero, en la instrucción, Bini se declaró culpable y confesó el crimen diciendo que lo había hecho tras una discusión con Prigent porque tenían una relación oculta, aunque luego se desdijo y explicó que se había autoincriminado porque estaba amenazado por su patrón.

En el juicio, Bini no declaró pero sí denunció que, en uno de los traslados, su ex patrón Sfeir le propuso que se “haga cargo” del asesinato y a cambio le pagaría “veinte millones de pesos”.

Sfeir declaró en la última jornada del debate, donde se desvinculó del crimen y afirmó que creía que Bini pudo ser el autor del homicidio porque se había enamorado de su esposa.

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