El máximo tribunal porteño tomó esa actitud al rechazar un “recurso por arbitrariedad” presentado por Parrilli contra el tribunal que la destituyó, el pasado 23 de diciembre.
“La queja acerca de la violación de la garantía de imparcialidad, está basada en simples suposiciones”, fundamentó la jueza Ana María Conde, quien consideró que la actitud extemporánea de Parrilli “afecta su idoneidad para el desempeño de la función”.
Los jueces Luis Lozano y Carlos Balbín –quien actuó como subrogante- también rechazaron el plateo de Parrilli, por entender que el Superior Tribunal no podía revisar el mérito de lo actuado por el jurado de enjuiciamiento.
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