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Condicional

Confirman pena para DT de baby fútbol por demencial acción

El tribunal de Apelaciones ratificó la condena de 3 años de prisión condicional por lesiones. A la víctima le extirparon un riñón y quedó con lesiones irreversibles.


Un tribunal de apelaciones ratificó ayer la condena a Julio Cejas, quien en noviembre de 2011, siendo director técnico de un equipo de fútbol de niños, baleó al tío de un jugador del circunstancial equipo contrario.

La víctima fue Daniel Adler, de 41 años, quien estuvo internado muy grave en el Heca y debieron extirparle un riñón. Y si bien los médicos pudieron salvarle la vida, le quedaron severas lesiones irreversibles.

El agresor fue condenado en primera instancia por “lesiones graves producidas en espectáculo deportivo y por la utilización de arma de fuego”.

En audiencia pública, el tribunal integrado por Carina Luratti, Alfredo Ivaldi Artacho y Daniel Acosta confirmó la sentencia y modificó la pena impuesta, originalmente fijada en cuatro años en suspenso, a tres años condicional, fundamentalmente en razón del tiempo ya transcurrido.

Tras conocerse la sentencia, el abogado representante de la víctima en condición de querellante, José Luis Giacometti, recordó que se trató de un hecho “muy delicado, porque se trataba de un encuentro de fútbol infantil, en un lugar que estaba repleto de niños y este hombre (por Cejas) busca un arma y dispara en ese contexto”.

También destacó que la condena contempla los agravantes previstos en la ley para los delitos producidos en ocasión de espectáculos deportivos.

Cejas, de 35 años, era director técnico de Santa Teresita, el equipo que terminó imponiéndose a Deportivo Rosario tras una definición por penales en el encuentro jugado en la cancha neutral de la vecinal Dorrego, que en el tiempo reglamentario empataron 1 a 1. La actividad ese martes se inició a las 18 con las categorías de los más chiquitos y los incidentes se desataron alrededor de la 1 de la madrugada.

Todo comenzó con una pelea a golpes entre chicos de 12 años, a la que se sumaron padres, en el predio de Moreno y Olegario Víctor Andrade. Las acciones derivaron en una batalla generalizada donde volaron sillas, mesas y todo tipo de objetos.

Luego de que se tranquilizaron los ánimos, Cejas volvió a la cancha junto con otras personas armadas y disparó a Adler, tío de un jugador de Deportivo Rosario, al que según los familiares había amenazado anteriormente. La bala entró por la zona abdominal y salió por la espalda. Según los testigos, se oyeron dos disparos.

“Un chico del equipo perdedor le empezó a pegar a otro chico y de ahí se originó una batahola entre padres, jugadores y todos. Pero de acuerdo al informe que dieron los árbitros, el hecho del baleado no ocurrió en el momento del partido sino después”, contó ese día Reinaldo Divonis, presidente de la Asociación Rosarina Deportiva y Turismo Infantil (Ardyti).

Cejas fue detenido e incomunicado al día siguiente a partir de numerosos testigos que lo vieron con el arma en la mano y cuando disparó. Cinco años después de los hechos, la condena fue confirmada.

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