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Ya había sido juzgado en EE.UU.

Condenaron a yanqui en Córdoba por grooming

Bryan David Poplin tiene 31 años y estudiaba arquitectura en la Universidad Nacional de la capital mediterránea. En 2016 llegó a la Argentina y volvió a cometer los mismos delitos por los que fue sentenciado en Estados Unidos. Su perfil para contactar a menores en la web era The Argentina Gringo


Poplin se hacía llamar The Argentina Gringo en su popular perfil de Instagram

Bryan David Poplin tenía ya en Estados Unidos una condena por abusar de una adolescente hace 10 años, y además enfrentaba una causa por delitos referidos a la corrupción de menores. Ahora lo condenaron en Córdoba por reincidir. El caso se hizo público este martes, aunque data de fines de 2017. Poplin, un norteamericano de 31 años, estudiante de arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba, recibió una pena de tres años de prisión en un juicio abreviado en la capital cordobesa por el delito de grooming (acciones de un adulto para ganarse la confianza de un menor con fines sexuales). La sentencia, dictada por el juez Esteban Díaz Reyna, lo declaró culpable de los delitos de distribución y facilitación de imágenes pornográficas donde se exhiben menores de edad; contacto tecnológico con menores de edad con fines sexuales y promoción a la corrupción de menores y contacto tecnológico con menores de edad con fines sexuales, todo en concurso real.

El modus operandi de Poplin en la Argentina fue similar que en Estados Unidos. Según el fallo, el condenado se ganaba la confianza de adolescentes a través de sus cuentas de Instagram. Con perfil de chico cool, estudiante universitario, viajero y dibujante talentoso, The Argentina Gringo (su pseudónimo) establecía conversaciones por chat que poco a poco adquirían un cariz íntimo y siniestro. La conversación seguía por Whatsapp. De forma insistente, y abusando de la edad y del consentimiento de las víctimas obtenía fotos íntimas, a la vez que enviaba fotos de su pene.

Una de las víctimas residía en Villa Carlos Paz, con la cual operó a través de Whatsapp, previo contacto por Instagram; la otra, en un pueblo no explicitado, a 50 kilómetros de Córdoba capital. Tenía 13 años y Poplin lo sabía.

Poplin, según su Instagram, llegó a la Argentina en 2016. Del fallo se desprende una conversación de marzo de 2017 con una niña de 13 años. “Quiero ser novios”, escribe Poplin y le pide una fotografía. “Para imaginar cosas… besándonos… Nosotros haciendo cosas”. Al día siguiente el condenado le pide a la niña una foto y ella le envía una fotografía de medio cuerpo con ropa, a lo que contesta: “Mi amor… Que sexyyy… Me encanta… Puedo verte en corpiño… Malla… Por favor? Es como la playa… Tengo ganas… A vos si … A vos si … Te enseño todoooo”, a lo que la víctima niña “Enseñarme qué”. Responde Poplin: “Cómo hacerlo y hacerlo bien”.

Poplin fue detenido el 20 de abril de 2017 en una pensión para estudiantes de barrio Nueva Córdoba. Trabajaba en un estudio de arquitectura y era profesor de inglés en una escuela de idiomas.

Poplin reconoció los hechos por los que lo acusó la fiscal Ingrid Vago luego de una ardua investigación informática que incluyó la solicitud de informes a empresas prestadoras de servicios de internet y telefonía.

Desde febrero, mes en que la condena a 3 años acordada en un juicio abreviado inicial quedó firme, está alojado en el penal cordobés de Bouwer. Cumplirá, si tiene buena conducta, ocho meses en prisión y luego, pese a sus antecedentes en Estados Unidos, quedará en libertad condicional.

 

Yanqui. Foto de prontuario de Poplin en Estados Unidos.

En el fallo, publicado por el sitio Justicia Córdoba, se nombra como prueba, entre otros, los antecedentes del condenado en Norteamérica, que fueron remitidos por al juzgado cordobés por la embajada estadounidense durante la investigación. También se nombra un informe de Interpol. El prontuario de Poplin, sin embargo, no fue explicitado, pese que varias de sus fotos figuran en los registros públicos de sex offenders, o delincuentes sexuales del país del norte.

Poplin fue condenado en 2011 en Carolina del Norte, su lugar de origen. Según reportan los registros judiciales y los portales estadounidenses, se lo encontró culpable de “conducta sexual criminal” con una menor en 2008. En 2015 la cara de Poplin apareció otra vez en un prontuario. La madre de una nena de 8 años denunció que su hija había recibido mensajes a través de una aplicación de iPad que la sugestionaban a enviar fotos. No sólo eso: según la madre de la niña el condenado sugirió ir la casa de la chica para “ensañarle” a tener sexo, y le envió una foto de su pene.

El fallo se conoció este martes y Poplin, luego de que se hizo público su nombre en los portales argentinos puso su cuenta de Instagram como privada. Es la segunda condena por el delito grooming en la provincia de Córdoba. En 2016, la jueza Susana Cordi Moreno sentenció a Marcos José Dávila a nueve años de prisión. El condenado había ganado la confianza de una adolescente de 14 años a través de Facebook, logró convencerla de que le enviara fotos íntimas y luego difundió las fotos en varias redes sociales.