Un uniformado fue condenado este miércoles por participar junto a su pareja –también policía– de un robo millonario a un estudio jurídico. La Fiscalía explicó que el acusado hizo inteligencia previa con un auto que había sido robado en Buenos Aires, cortó los cables de las cámaras de seguridad y preparó el terreno para que, pasada la Navidad de 2022. un grupo comando ingresaran a la oficina y se llevaran 2 millones de pesos junto a 120 mil dólares. La jueza Lorena Aronne lo sentenció a 3 años de prisión y el doble de tiempo de inhabilitación para ejercer una función policial por los delitos de encubrimiento agravado, uso de documento público falso agravado, uso de documento falso privado y falsificación de instrumento público.
La madrugada del 26 de diciembre de 2022, cinco personas participaron de una entradera a un estudio jurídico, ubicado en España al 700. Tres ladrones aún no identificados violentaron la puerta y forzaron las cajas fuertes que había en el lugar mientras sus cómplices los estaban esperando en una Chevrolet Tracker.
Se llevaron una suma millonaria además de un cheque, una notebook, una impresora y el DVR de las cámaras de seguridad
Los fiscales Juliana González y José Luis Caterina contaron que entre los indicios recolectados los pesquisas determinaron que días previos el policía Ramírez junto a su pareja habían llevado a cabo tareas de inteligencia en las inmediaciones del lugar a fin de evaluar los movimientos de las víctimas.
El paso a paso
Según contó la Fiscalía, el 23 de diciembre pasado los integrantes de la banda llegaron en un auto y se quedaron en la esquina de España y Santa Fe.
Uno de los involucrados en el hecho, que aún no fue identificado, se bajó y cortó los cables de una cámara de seguridad. Al día siguiente volvieron en el mismo auto, dos hombres y cortaron la luz lo que generó que la batería de la alarma se consumiera.
Cae una pareja de policías por el millonario escruche a un estudio jurídico céntrico
Tras asegurarse de que podían ingresar sin que sonara la alarma, entraron y se llevaron un botín cercano a los 120 mil dólares y 2 millones de pesos, entre otros elementos. El millonario robo derivó en una investigación y tras varias medidas que incluyeron tareas encubiertas, análisis criminal y entrecruces de datos con Gendarmería Nacional, ubicaron la Tracker en la calle. Al mando iba Karina Navarro, la médica policial. Luego de su arresto fue el turno de su pareja Pablo Ramírez, ambos fueron acusados por el hecho.
El poncho
Los uniformados además fueron imputados de recibir, previo al 23 de diciembre, un auto robado en Buenos Aires. Además les imputaron cambiar la chapa patente, el motor y adulterar la numeración original grabada en los cristales de la Chevrolet Tracker, sabiendo que era un vehículo robado, el que fue utilizado con ánimo de lucro para perpetrar el escruche.
Pero eso no fue todo, también le imputaron el robo de las chapas patentes que tenía la Tracker y el uso de un boleto de compraventa falso. Este documento lo presentó en la audiencia imputativa para comprobar que había comprado el auto, pero una pericia determinó que las firmas eran de una misma persona y no pertenecían al acusado. En ese boleto decía que había entregado un Suzuki Gran Vitara en parte de pago que también tenía el motor apócrifo.
Este miércoles, los fiscales presentaron en audiencia un acuerdo abreviado ante la jueza Aronne donde propusieron condenar a Pablo Ramírez a la pena de 3 años de prisión y el doble de inhabilitación especial por los delitos de encubrimiento por receptación dolosa doblemente agravado por ánimo de lucro y por su condición de funcionario público, encubrimiento por receptación dolosa doblemente agravado por ánimo de lucro y por habitualidad, uso de documento público falso agravado por tratarse de los destinados a acreditar la titularidad del dominio automotor, uso de documento privado falso y falsificación de instrumento público.
El acuerdo fue acompañado por la defensa y consentido por el acusado. Tras evaluar los requisitos formales la jueza homologó el convenio y dictó sentencia. El robo aún se encuentra en investigación.
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