Policiales

Juicio oral

Condenaron a Tata Medina por tenencia y comercialización de estupefacientes en zona norte

Sindicada como la referente del narcomenudeo en Parque Casas y la Cerámica, la mujer de 52 años fue penada a 4 años y seis meses de prisión por el TOF 3. La causa es de 2014 y fue responsabilizada por el kilo de marihuana incautado en su casa y también por la droga hallada en Washington al 1200


A finales de abril de 2019, su casa de Agüero al 4300 volvió a ser allanada.

Olga Beatriz Medina, conocida como Tata o Rubia, está señalada desde hace poco menos de un década como una referente del narcomenudeo en zona norte y este lunes recibió la primera condena a 4 años y medio por comercialización de estupefacientes.

Los magistrados del Tribunal Oral Federal  Nº 3 (TOF3) que presidieron el juicio oral que comenzó la semana pasado dictó esta sentencia en el marco de una causa de 2014 cuando en al menos cuatro allanamientos le incautaron poco más de un kilo de marihuana en su casa de Agüero al 4300 y también hallaron alrededor de 700 gramos la misma sustancia en una vivienda ubicada en un pasillo de Washington al 1200.

Por este último secuestro,  Lorena Muñoz y su pareja Oscar Álvarez también fueron penados este lunes a 4 y 3 años de prisión respectivamente. Como el hombre tenía una condena anterior, la sentencia le quedó en 4 años de cárcel.

En su alegato, el fiscal general de juicio Federico Reynares Solari sindicó a la Tata como responsable de la droga incautada en su casa de Agüero al 4300 y por la hallada en la vivienda de Washington al 1200 debido a que quedó filmada interactuando con la pareja, entre otros indicios.

 El inicio de la investigación

El nombre de la Tata Medina comenzó a sonar en las crónicas policiales cuando en marzo de 2013, un tiroteo en la esquina del histórico búnker de Ghiraldo y Boedo dejó a una nena de 13 años herida. Para esa época, las fuerzas federales ya investigaban a la mujer y este ataque aceleró las cosas. Comenzaron a seguir la cadena de responsabilidades y encontraron que hacía poco tiempo la Tata había pasado la titularidad de un Chevrolet Spark a Delfín Zacarías. Intervinieron los celulares y en septiembre de ese año, Zacarías fue apresado en una quinta de Las Achiras al 2500 de Funes. Incautó 2.000 litros de acetona –precursor indispensable para transformar la pasta base– junto con 300 kilos en clorhidrato de cocaína. Si bien la Tata no quedó involucrada en este causa, Zacarías fue condenado  a 16 años de prisión junto a su esposa y dos hijos en 2018.

El expediente de la Tata continuó su curso hasta el sábado 11 de octubre de 2014 cuando el entonces fiscal federal Mario Gambacorta y el juez Carlos Vera Barros ordenaron cuatro allanamientos: uno fue en el histórico punto de venta de Ghiraldo y Boedo; el otro en la casa de la Tata de Agüero al 4347, en un búnker de Ramos Mejía al 1300 y en una casa donde también se vendía drogas ubicada en Washington al 1200.

Si bien en Ramos Mejía hallaron poco más de medio kilo de marihuana, este lunes en su alegado el fiscal de juicio Reynares Solari no le atribuyó a la Tata ser responsable de este lugar por falta de pruebas.

Sí enumeró las pruebas que se mostraron la semana pasada en las jornada del juicio oral sobre relación y conocimiento de la Tata en los puntos de Washington y Boedo junto al kilo de marihuana que hallaron en su casa de Agüero. Además, secuestraron una Ford Eco Sport, una moto Honda Wave y una Yamaha YBR, junto a poco más de 150 mil pesos.

En tanto, en el domicilio de Washington al 1200 donde incautaron más de 700 gramos de la misma sustancia y detuvieron a Lorena Muñoz junto a su pareja Oscar Álvarez, quienes también fueron condenados este lunes por los jueces del TOF3. En ese marco, el representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) sindicó a Álvarez como un partícipe secundario en la comercialización, ya que las tareas de vigilancia y escuchas registraron a su pareja Lorena como la encargada de hacer la mayor cantidad de tareas. Este lunes, a Álvarez se le sumó una condena previa y recibió una sentencia a 4 años de cárcel en total.

Además, el fiscal Reynares Solari pidió el decomiso de la camioneta, las dos motos y el dinero secuestrados en los operativos de octubre de 2014.

La otra causa de 2019

En abril de 2019, hubo un megaoperativo donde el juez federal Marcelo Bailaque condujo junto al titular de la Procuraduría contra el Narcotráfico (Procunar), Diego Iglesias, y el fiscal Guillermo Lega una investigación que se había iniciado seis meses atrás por ventas de drogas al menudeo. Hubo más de 40 operativos en los que participaron 400 agentes de las fuerzas federales. Buscaban desbaratar dos banda dedicadas a comercializar drogas en la zona norte y noroeste  y en Santa Lucía. En la primera está sindicada como organizadora, Tata Medina.

“La organización delictiva se dedicaba a la comercialización de drogas, operando fundamentalmente en la zona norte, con búnkeres en los barrios La Cerámica y Parque Casas”, informaron en dicha oportunidad desde la cartera de Seguridad donde agregaron que una hija y un hermano de la Tata también habían quedado detenidos.

Entre las 25 viviendas que se allanaron, estuvo el domicilio de Agüero al 4300, ubicado en zona norte cerca del ingreso al puente Rosario – Victoria. En esa casa, fue detenida la Tata, quien estaba en prisión domiciliaria por la causa de 2014 por la que fue condenada este lunes en los Tribunales Federal de bulevar Oroño al 900.

En tanto, la otra causa por la que se hizo el megaoperativo de abril está señalado como líder de la organización Carlos “Tato” Moyano, detenido ese mismo día y sindicado por coordinar el narcomenudeo usando como fachada una cooperativa de limpieza, que recibía a personas que pasaban por el consumo problemático de sustancias para poder emplearlas y ayudarlas a recuperarse. El clan poseía una significativa influencia en el barrio de Santa Lucía de la zona oeste de Rosario, describieron los voceros en dicha oportunidad.

A plomo y sangre por el territorio

Desde el ataque en 2013 donde la nena terminó baleada, los vecinos Parque Casas y La Cerámica fueron testigos y víctimas de la lucha por el liderazgo del territorio para venta de drogas al menudeo. Cada vez que se registraba alguna balacera, por lo bajo algunas personas contaban que los protagonistas eran por un lado, los miembros de la banda de la Tata y por el otro, los integrantes del clan de Hernán “Lichi” Romero, condenado este año a 7 años y 4 meses como líder de una asociación ilícita que cometió dos robos y abusos de armas en la justicia provincial.

“Hay un búnker  que es de la Tata en la cuadra de Medrano al 2600 y otro que responde al Clan de los Romeros a la altura del 2700. Tras los operativos que realizó Justicia Federal en 2014, en esa zona siempre hay disputas para quedarse con el liderazgo de la zona”, explicaron los investigadores en el marco del doble homicidio ocurrido 2018 en Medrano al 2700 y que tuvo como víctimas a Carlos Gálvez y Leandro Sarantonelli. Por este hecho, fue condenado a prisión perpetua Milton Ferreyra, hijo de la Tata, junto a dos de sus laderos. También otros integrantes de la banda fueron condenados por la balacera de diciembre de 2017 donde fue asesinado Roberto Godoy en Olivé al 1600, de Empalme.

Milton también fue víctima de ataques  a balazos en 2016 y 2017. La tarde del domingo 5 de noviembre de 2017 recibió un disparo en el rostro y otro en el tórax en la misma zona donde ocurriría el doble homicidio cuatro meses más tarde: en Medrano entre el 2600 y el 2700.

A finales de abril de 2016, Milton había podido sortear las balas. La balacera ocurrió frente al Club Defensores de América en Parque Casas. Ese día había al menos 40 chicos jugando a la pelota y se sintieron explosiones. Padres y niños pensaron que alguien estaba tirando petardos, pero en realidad un grupo de muchachos estaba tirando tiros a mansalva. En medio del tiroteo, dos niños de 7 años sufrieron heridas de bala en las piernas.

Según los vecinos eran tres pistoleros, y coincidieron que el blanco de las balas era el hijo de la Tata. “El de la metra era el Sergio y fueron hasta el playón a buscar al Milton que siempre vende falopa ahí. Tiraron entre 50 y 60 tiros” explicó un nene de 9 años. Esta versión fue confirmada por vecinos.

Estos no fueron los únicos atentados que sufrió la familia de la Tata, dos de sus hijos mayores fueron asesinados.  Luis Alberto y Carlos Daniel Medina fueron asesinados en un lapso de ocho meses entre 2011 y 2012. Luis, de 24 años, fue asesinado en junio de 2011 en el barrio San Miguel de Granadero Baigorria mientras que a Carlos, de 27, lo mataron de seis disparos por la espalda en febrero de 2012 en Blas Parera al 1400, de la zona noroeste.

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