Policiales

Juicio oral

Condenaron a prisión perpetua a un joven de 22 años por homicidio

Tres juezas le dictaron la pena máxima como coautor del asesinato de Javier Alejandro Miño, acribillado a mediados de 2020 en la puerta de su casa de barrio Tío Rolo. Tenía 21 años 


Un joven de 22 años fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de Javier Miño, asesinado a tiros en la puerta de su casa en julio de 2020. Cuatro meses después del crimen, Miguel Ángel N., quien por entonces tenía 20 años, fue detenido junto a un adolescente de 16 y acusado como uno de los que disparó. Luego de pasar dos años en la cárcel, la semana pasada comenzó a ser juzgado y este lunes se conoció la decisión de las juezas Paula Álvarez, Lorena Aronne y Paola Aguirre que lo sentenciaron a la pena máxima de prisión como coautor de homicidio calificado por el concurso premeditado por dos o más personas y portación ilegal de arma de fuego de guerra.

Javier Alejandro Miño tenía 21 años cuando lo asesinaron en la puerta de su casa de barrio Tío Rolo, sobre bulevar Avellaneda al 6600, casi esquina de Pasaje 2127. Ocurrió alrededor de las 20 del 6 de julio de 2020 cuando se acercó a hablar con un amigo y le dispararon dos muchachos que bajaron de un Renault Sandero. Javier murió en el lugar y más tarde la Policía dijo que en total gatillaron 23 veces.

La investigación quedó en manos del fiscal Patricio Saldutti, quien al poco tiempo dijo tener identificados a los presuntos agresores entre los que había un adolescente menor de edad. Por ello, la orden de allanamiento fue emitida en noviembre de 2020 por el Juzgado de Menores 3. El lugar, donde más tarde quedaron detenidos Miguel Ángel N. y César Luis G., por entonces de 20 y 16 años, era una distribuidora de bebidas de Lamadrid y Constitución con varias menciones en las crónicas policiales por haber sido blanco de balaceras.

El comercio donde se concretaron las detenciones pertenece al Manco, un hombre que quedó hemipléjico en uno de los atentados a su distribuidora que los investigadores atribuyen a su enemistad con su cuñado Jorge Laferrara, condenado a más de veinte años de cárcel y sindicado lugarteniente de Esteban Alvarado.

Uno de esos ataques tuvo lugar el 7 de septiembre de 2019 cuando tiratiros bajaron de un auto y abrieron fuego contra el Manco y dos de sus empleados en la puerta de la distribuidora de Constitución al 5000 de barrio Plata.

Cristian Béliz murió casi en el acto, el otro trabajador tuvo un roce de bala y el Manco, quien purgó una pena de tres años por asociación ilícita, quedó malherido por cuatro impactos en su espalda. Por ese hecho imputaron a su sobrino Mauricio Laferrara, hijo de Jorge.

A la semana siguiente, Mauricio Salazar, un vecino de 35 años, fue asesinado de un disparo dentro de su vehículo en la esquina de la distribuidora en un crimen que no fue esclarecido.

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