Una mujer de 49 años que regenteaba un geriátrico en la localidad de Gálvez fue condenada a tres años de prisión efectiva por el delito de abandono de persona agravado luego de acordar la pena en un juicio abreviado.
La mujer, identificada como María del Cármen Fernández, asumió su responsabilidad en los delitos endilgados y acordó, además de la pena de prisión efectiva, realizar trabajos comunitarios durante seis meses en el Samco de esa localidad una vez que se le otorgue la libertad condicional, que con buena conducta se aplica a los dos tercios de cumplimiento efectivo de la condena.
El acuerdo fue alcanzado entre la defensa de la acusada y el fiscal que investiga el caso, Marcelo Nessier, quien declaró que la causa sigue abierta ya que no descarta que haya más responsables implicados. Este miércoles, el juez Luis Octavio Silva homologó el acuerdo en los tribunales de Santa Fe.
Condiciones inhumanas
El caso se conoció en mayo pasado luego de que una cuidadora de personas de tercera edad radicara una denuncia sobre las condiciones en que funcionaba el lugar. Y causó estupor cuando trascendieron fotos de ancianos internados en el geriátrico investigado, ubicado en Dorrego al 600 de la ciudad de Gálvez, en el departamento de San Jerónimo. En las imágenes se pudo apreciar que los abuelos estaban mal alimentados, algunos desnutridos y sin higiene ni la atención médica básica.
El fiscal investigó el caso y al momento de la acusación dijo que la titular del geriátrico dejó a los ancianos allí internados en una situación de total desamparo, entre los meses de diciembre y mayo último.
“No les brindó asistencia médica ni higiene correspondientes y les negó una alimentación acorde a sus requerimientos físicos”, sostuvo Nessier.
Agregó que esas personas estaban al cuidado de la acusada y que su conducta de abandono causó graves daños en la salud de al menos cuatro de los 11 abuelos que albergaba en la institución.
Al respecto, el fiscal mencionó que varias mujeres mayores resultaron con úlceras y escoriaciones y padecieron desnutrición, mientras que una octogenaria sufrió alteraciones en sus pies por falta de movilización.
Si bien el fiscal explicó que se trata de un delito de tipo “culposo”, es decir, que no se puede probar que haya habido intención o voluntad de delinquir, aclaró que la acusada de abandono de personas, al dejar a las víctimas libradas a su suerte, era plenamente consciente de que no podían valerse por sí mismas para cubrir sus necesidades básicas.
Por ello le atribuyó el delito de abandono de persona agravado por el daño ocasionado a la salud de las víctimas. La calificación fue aceptada por la defensa de la acusada, quien firmó la condena en un juicio abreviado. Los familiares de las víctimas fueron notificados de la resolución y prestaron conformidad.
Imputaron a la dueña de un geriátrico por las terribles condiciones físicas de cuatro ancianas
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