País

La Plata

Condenan a hombre por abuso de sus hijas y secuestro de su pareja

La abogada Vanesa Rial, la ex pareja del disc jockey que lo denunció por violación y secuestro, aseguró que el fallo "es ejemplar".


La justicia penal platense condenó hoy al disc jockey Jorge Cristian Martínez Poch a 37 años de prisión por el secuestro y la violación de una de sus parejas y por los abusos sexuales a los que sometió a sus dos hijas durante varios años, cuando eran niñas.

El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de La Plata, integrado por los jueces Juan José Ruiz, Carmen Palacios Arias y María Isabel Martia, dispuso la pena por unanimidad y rechazó el pedido de declararlo inimputable, como reclamó la defensa.

El condenado reaccionó con un gesto socarrón ante la sentencia, mientras los allegados a las víctimas que se encontraban en el recinto aplaudían y vivaban el fallo. El juez Ruiz leyó hoy un resumen del fallo condenatorio contra Martínez Poch, de 53 años.

Tras escuchar que era sentenciado a 37 años, Martínez Poch se sonrío burlonamente e hizo un gesto obsceno con la mano hacia el público. Por su parte, la abogada Vanesa Rial, la ex pareja del disc jockey que lo denunció por violación y secuestro, aseguró que el fallo “es ejemplar” y resaltó que a partir de hoy comienza “a vivir”.

“Es un fallo ejemplar. Voy a empezar a vivir. Es el día más feliz de mi vida, después de tres años. Es un volver a empezar, repara todo”, señaló Rial tras el veredicto. El acusado fue hallado culpable, en el caso de Rial, de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada por haberse cometido con violencia y bajo amenazas”.

Estos delitos, “en concurso real con abuso sexual con acceso carnal reiterados, agravado por el grave daño en la salud mental de la víctima y por haberse cometido por dos o más personas lo que configura un sometimiento sexual gravemente ultrajante”, dijeron los jueces.

En el caso de las hijas, el Tribunal dio por acreditado los abusos que sufrieron desde 2002, cuando tenían 7 y 6 años, hasta que tuvieron 15 y 14 años. En ese sentido, le achacaron los delitos de “corrupción de menores agravada por violencia, amenazas, intimidación y vínculo de parentesco en concurso real con abuso sexual, gravemente ultrajante agravado por la duración en el tiempo, por el vínculo de parentesco y por el grave daño a la salud mental”, especialmente en el caso de una de las chicas. Las hijas, que actualmente tienen 19 y 20 años, se encontraban al cuidado de Martínez Poch tras la muerte de su madre, cuando se produjeron los hechos. Desde entonces, según se supo durante el juicio oral, fueron obligadas a ver películas pornográficas y a presenciar sus actos sexuales con otras mujeres, además de someterlas a tocamientos, entre otros muchos vejámenes. En cuanto a Rial, los jueces constataron que, entre el 20 y el 23 de septiembre del 2013, el acusado la privó de su libertad mediante violencia y amenazas de asesinar a sus padres y la sometió a reiteradas violaciones, de la que hizo participar a otro hombre.

La fiscal María Florencia Budiño, en los alegatos de la pasada semana, pidió al Tribunal una pena de 40 años de prisión en tanto la defensa reclamó la absolución porque, según dijo, “no se pudieron probar los presuntos abusos” y planteó también supuesta inimputabilidad de su defendido. Pero esta demanda que no fue atendida por los jueces ya que, según explicó Ruiz, “teniendo en cuenta la actitud asumida por el acusado antes y después de cada hecho, puede deducirse que no estaba inconsciente” de sus actos. Las víctimas coincidieron en declarar que luego de golpearlas, “el imputado quería que lo lastimarán” con el objetivo de “justificar las lesiones que provocaba”. “Esto habla a las claras que lejos de no comprender sus actos tenía la capacidad suficiente para intentar burlar a la justicia en el caso de ser denunciado. Sus actos estaban planificados”, concluyó el Tribunal.

Comentarios